Las altas temperaturas causan daños en la floración del olivar

881773_1Las altas temperaturas de estas últimas semanas están causando graves daños en el olivar de Lucena y su comarca. El calor está impidiendo que se desarrolle adecuadamente el proceso de la floración, lo cual tendrá efectos muy negativos y terminar hasta con la mitad de la cosecha en algunos árboles, según ha informado Francisco Parejo Onieva, experto en nutrición del olivar y licenciado en Químicas.

Hay que tener en cuenta que cuando se producen condiciones ambientales adversas, como temperaturas superiores a 30 grados en la floración, lo cual está sucediendo ahora demasiados días seguidos, el polen puede llegar a perder su capacidad germinativa. Otro dato a destacar es el del estrés hídrico o falta de lluvias, que reduce el número de flores por inflorescencia e incrementan notablemente el aborto ovárico. La causa de este fenómeno puede estar en la competencia por los asimilados entre las flores y los brotes en crecimiento durante el período de desarrollo, dando lugar a un alto porcentaje de caída de los primeros frutos.

De todas formas, no puede dejarse a un lado que, debido al fenómeno de la vecería, tras un año de cosecha muy abundante como este, los olivos presentan una menor cantidad de fruto, si bien hay algunas excepciones.

Además, para el desarrollo de la función clorofílica o fotosíntesis, el olivar precisa del agua que le llega por las raíces para llevar a cabo la conversión de la savia bruta en savia elaborada y los árboles no la realizan cuando hace mucho calor ni mucho frío.

La llegada anticipada del calor hace que el olivar intente defenderse contra la deshidratación desarrollando mecanismos para controlar la pérdida de agua que en los vegetales es muy intensa a nivel de las hojas.

Todo ello está produciendo una situación de incertidumbre entre los olivareros del campo lucentino, que se encuentra satisfechos ante la cosecha recogida, una de las más importantes de los últimos tiempos. Sin embargo, una primavera extraordinariamente seca está sembrando la incertidumbre.

Cabe destacar que Lucena es uno de los mayores municipios olivareros del mundo y que los efectos de la falta de lluvias empiezan a ser preocupantes en el olivar en general y en las nuevas plantaciones en particular. Mientras que los olivos viejos resisten mejor la falta de lluvias, no sucede lo mismo con los jóvenes, que acusan mucho más el estrés hídrico, por lo que habrá que acudir al riego, con el coste añadido que ello trae consigo

 

JUAN A. FERNANDEZ – Diario Córdoba

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