Como cada año, cuando la primera luna llena del verano se encumbra sobre el atardecer de un día cualquiera del mes de julio, los aficionados al ciclismo de Aguilar se echan a los caminos para vivir la siempre reconfortante experiencia de recorrerlos bajo un cielo estrellado y acompañados por la melódica sinfonía del chirrido de los grillos. Anoche se escucharon durante gran parte del recorrido, a pesar de que la temperatura no fue muy alta, incluso algo fresca cuando avanzaba la madrugada y el recorrido se acercaba a la ribera del río.
Más de medio centenar de socios, de los dos club locales, se aventuraron ayer en realizar una de las rutas más clásicas del año ciclista, que en esta edición los llevó por veredas y senderos de Aguilar y Monturque hasta completar los 40 Km de distancia que se habían previsto. La oscuridad de la noche, que impide ver lo más cercano, ofrece, por el contrario, panorámicas inauditas al divisar en el horizonte los pueblos de la comarca colmados de luminarias. El regalo de la ruta fue, sin duda, el contemplar la impresionante salida de la luna llena con unas dimensiones extraordinarias y un intenso color rojo, fenómeno astronómico que se conoce como “Luna de Sangre”.
El buen ambiente reinante en el pelotón, compuesto por numerosos jóvenes y mayores, y la carencia de incidencias destacables, permitieron disfrutar aun más de una actividad que tuvo, como cada año, su momento de asueto en el avituallamiento de fruta y refrescos que ofrece la organización. La parada fue junto al Polideportivo de Monturque, lo que permitió recorrer algunas calles del casco urbano del pueblo vecino cuando el reloj marcaba las doce campanadas de la media noche.
A medida que nos adentrábamos en la madrugada la ruta se encaminó hacia el punto de partida, aunque la situación geográfica impedía aun ver las luces de Aguilar. Tras cruzar el río Cabra por el puente de Vadocastro, iniciamos la larga subida, que se fue escalonando en varios puntos para reagrupar el pelotón y entrar todos juntos en el pueblo, hecho que aconteció sobre las 1,30 de la madrugada. Se puso fin así a la ruta nocturna del 2018, con un bagaje muy positivo en lo organizativo y en lo vivido.