Como es tradición el pregón de Semana Santa situó el arranque de las últimas jornadas en la larga espera de los cofrades por renovar las emociones de cada año. En las vísperas del domingo de los hermanos, la cátedra cofrade que constituye el Presbiterio parroquial acogió las palabras y emociones de un nuevo cofrade que pregonó a los cuatro vientos la Fiesta Mayor de Aguilar.
Con el preludio de marchas procesionales interpretado magistralmente por la Banda Municipal de Música dirigida por Luís Alberto Fernández Pericet, se comenzó el evento en el que se escuchó por primera vez la marcha Candelaria, compuesta por Luís Alberto y estrenada en este acto de especial connotación para los cofrades. Sin duda, una pieza de gran calidad de la que podremos disfrutar en los próximos desfiles procesionales.
Como presentador del pregonero, su hermano y también pregonero de la Semana Santa del 2003, José Manuel Mendoza Llamas, quien, en una lección magistral resumió el compendio de virtudes que adornan al nuevo pregonero, marcándole el sitio y cediéndole la venia en la palabra de forma solemne y exquisita.
Ya en el atril, Juan Mendoza nos brindó su pregón a todos los cofrades de Aguilar, destinando sus primeras palabras a las ausencias más sentidas por el pregonero, significadas principalmente en su padre, del quien dijo tomó las lecciones más intensas en su formación cristiana y semanasantera. También acentuó el amor por su madre, a la que calificó como columna vertebrar de su familia.
Con la emoción renacida en su voz; Juan Mendoza acometió la siempre difícil tarea de expresar con palabras los sentimientos más íntimos de un cofrade, que en definitiva es y debe ser el eje fundamental sobre el que construir el pregón de la Semana Santa. Sus palabras dibujaron en el aire las vivencias más queridas de un joven bregado ya en mil y un avatares cofrades debido a su intensa implicación en el mundo de las cofradías.
Como es propio, para todas tuvo palabras y recuerdos, y como es inevitable, magnificó las imágenes con las que mantiene una mayor relación devocional. También resaltó el ejemplo que para él había constituido las figuras de veteranos cofrades como Francisco Delgado y Francisco Galisteo, de quienes dijo habían marcado su trayectoria en las cofradías.
Desgranó un ramillete de versos a las vírgenes de Aguilar declarando su predilección por la que calificó como obra maestra del imaginero Francisco Romero y Reina Inmaculada del Cerro. Un magnifico pregón para una excelsa Semana Santa.