Autor foto: Rafael Espino Navarro
» … con la llegada de los días cálidos, la floración de los árboles frutales al absorber más luz deja paso al crecimiento de sus frutos. Vuelven a brotar las hojas y los frutos se llenan de colores. El esplendor de los árboles frutales deja pinceladas y tonalidades dignas de la paleta de colores del pintor más diestro y también provee de ricos manjares temporales convertidos en ricas y variadas frutas. Agradecidos habitantes del más hermoso jardín, de nuestro edén particular, su colorido y aroma, poblaran y convertirán sus largas ramas en un vergel natural.»