Mucho “Fair Play“, palabritas contra la violencia y el racismo, la “más justa de las batallas” como reza la letra de Shakira y hasta Nelson Mandela, símbolo vivo de paz, paseado en carrito por el campo y llegan los holandeses con su juego… perdón con su “más bestial de las batallas”, consentido por un “arbitro” que más que dejar jugar, no supo imponer razón a una selección que no jugaba… repartía leña a diestro y siniestro, y convierten la final en un vergonzoso suceso para Holanda.
Y mientras tanto, ¿la Fifa qué?… contando caja, seguramente. ¿No sería el momento de pedir explicaciones y responsabilidades? A mí se me ocurren unas pocas, entre ellas no permitir jugar a tipos como el de la foto nunca más en su vida o dar ejemplo con individuos como el seleccionador holandés, Bert Van Marwijk, que reconoció públicamente que no se trataron de lances del juego, sino de una estrategia previamente estudiada, tal y como reflejan sus declaraciones tras el partido:
” No es algo bueno ver tantas faltas en una final, no es nuestro estilo, pero hay que recordar que esto es una final y jugábamos para ganar. Me hubiera gustado mucho ganar jugando un fútbol no tan hermoso”.
Yo pensaba que Holanda era un país civilizado, pero si se juega de esa manera para ganar, no sé que harán cuando quieran otras cosas. Como ha dicho un periodista de la cadena “cuatro” quizás las anteriores selecciones holandesas se merecieron ganar un mundial, lo que está claro es que esta no.
José Miguel de la Rosa Sánchez