La Cruz de la calle San Cristóbal: enigmas sobre su origen II
Concluíamos el anterior artículo dando a conocer los datos reunidos sobre la Cruz de las Peñas, y continuamos constatando la existencia -unos 100 metros más arriba por la primitiva calle Carril, posterior calle la Fuente, ( actual Avenida de Córdoba)-, de una nueva cruz totalmente desconocida hasta hace poco tiempo, la Cruz de la Concepción, de la que nada se sabía hasta la edición del libro sobre el callejero de Aguilar. De ella hemos documentado que ya existía en la segunda mitad el siglo XVI, pues con este nombre aparece recogida la incipiente calle que partía desde la ermita de la Candelaria hacia las Cañadas (actual calle Candelaria):
Por la calle de las Cuevas, comenzando por la casa de Lorenzo Ruiz Jurado y vuelta a la calle Carril con la calle de la Cruz de la Concepción hasta casa de Pero Ruiz del Pozo…[i].
La primitiva calle -Cruz de la Concepción-, se dividió en dos tramos al ser designada en el siglo XVII la primera parte con el nombre de Candelaria y mantener el segundo tramo el de Concepción (desde el cruce de calle Pozuelo hasta desembocar en la carretera), hasta que se unificaron ambos trayectos con el nombre de Candelaria, en la década de 1980.
Es lógico pensar que si la calle recibió tal nombre fue por que existía con anterioridad la citada cruz, y a ella se llegaba por el camino que sirvió de alineación a su calzada. Una noticia recogida en una testamentaria de 1732 nos aporta la información precisa para conocer la ubicación exacta que tuvo la cruz,
Sepan cuantos esta carta de venta, censo y tributo al redimir y quitar vieran como yo, don Pedro Cantillo Valenzuela, vecino que soy de esta villa de Aguilar, mayordomo y obrero mayor de la iglesia parroquial de ella, digo que por cuanto Gil Gómez Rey vecino que fue de esta dicha villa pagaba una memoria de treinta maravedís de venta en cada un año a la dicha fábrica, cuya memoria está sobre el suelo de un solar de casa en esta villa en la calle San Cristóbal, que fue casa que de presente está de solar y linda con casa de Pedro de Valenzuela, vecino de esta villa, y con el arrollo de la Membrilla que hace frente a la Cruz de la Concepción que está a la entrada de la dicha Calle San Cristóbal[ii].
No cabe duda, después de conocido el dato, que la Cruz de la Concepción existió físicamente, y su emplazamiento estuvo en la esquina de entrada a la calle San Cristóbal. El porqué del nombre constituye una incógnita que no hemos podido desvelar con los datos recopilados, pero creemos que debió de originarse por contar la cruz, o su soporte, con algún elemento concepcionista, o por haberse erigido con motivo de alguna celebración religiosa relacionada con la entonces piadosa creencia, designada dogma católico a mediados del siglo XIX, de la concepción inmaculada de la virgen. Desconocemos también su devenir en el tiempo, pero pudo suceder que con motivo de la demarcación de la carretera o alguna de sus ampliaciones se desmontase y trasladase a otro lugar o se destruyese definitivamente.
Es importante reseñar del dato transcrito el nombre de Gil Gómez Ruiz, vecino que habitó la primera casa de la calle San Cristóbal, cuyo solar lindaba con la cruz, ya que, como conoceremos más adelante, también existió en el ruedo del pueblo una cruz denominada con dicho nombre.
Continuando el trayecto y trazado del antiguo camino real, unos trescientos metros por encima de la esquina de la antigua calle Concepción (actual Candelaria), justo en el vértice de la curva que dibuja en este lugar la antigua carretera, existió una cruz que se conoció como Cruz de San José. Pocos datos más se tienen sobre este monolito, a pesar de haberse mantenido en pie hasta la década de 1970, en que fue desmontado, quizás con motivo del ensanche de la carretera.
Existen personas mayores que conocieron la cruz antes de desaparecer. Personalmente he podido contemplar una fotografía que la recoge con todo detalle, aunque no la hemos podido reproducir para este trabajo. Se trataba de un monumento con considerable valor estético, lo que indujo al Ayuntamiento a preservarlo instalando en su rededor una verja de hierro o forja:
Vistos los contratos formulados entre la alcaldía y el industrial de eta ciudad don Vicente Quintero Velasco, por los cuales este se compromete a realizar la obra de encalo de los locales: la casa dedicada a telégrafos, por ciento veinticinco pesetas, la de la casa cuartel de la guardia civil por trescientas, de la casa consistorial por cuatrocientas, y la de pintura de la verja instalada en la Cruz de San José por setenta y cinco pesetas…[iii].
Este acuerdo, tomado el 17 de abril de 1944, acredita fehacientemente el uso del topónimo de Cruz de San José para este monumento, nombre que tomó, sin duda, de su ubicación en el paraje de la Curva de San José. Al no conocerse la fecha ni motivos que determinaron su colocación, no podemos saber tampoco si se erigió con anterioridad a que dicho paraje tomase tal denominación, o fue levantada posteriormente. Tal como se aprecia en la parte baja de la fotografía que mostramos, donde se visualiza aunque con dificultad la presencia de la cruz, la fachada del edificio trasero correspondía al postigo de la casa hospicio que instituyeron en la calle Membrilla los presbíteros Toro Palma durante el último tercio del siglo XIX, administrada por una orden religiosa masculina denominada “Hermanos de San José”. A raíz de ello se comenzaría a denominar a este lugar como San José, tal como se recoge un apunte fechado en 1896:
Juan Tomás López tenía un pudridero en la carretera, junto a San José.[iv].
Posteriormente y a raíz de consolidarse el paso de la carretera por este lugar se le conoció por “Curva de San José”, nomenclatura que se ha mantenido al ser designada recientemente como vía urbana. Pudo ser que el origen de esta cruz se relacionase con la cercanía a la trasera de la casa asilo, o se levantase con motivo de algún accidente mortal en este lugar.
Continuando la trayectoria del antiguo camino real, algunos cientos de metros más arriba de la Cruz de San José, nos encontramos con una de las fuentes más antiguas de la población -La Membrilla-, cuyo emplazamiento fue encrucijada de caminos y parajes cercanos al ruedo del pueblo, en uno de los cuales, los documentos antiguos acreditan la existencia de una cruz que se conoció como la Cruz de Roque de Mora. Según la información recogida pudo estar instalada en el paraje de las Eras del Tostado y Hormigosa, siendo reconocido en algunos documentos el tramo del camino real que subía desde la fuente de la Membrilla hasta la Hormigosa (actual calle Inesperada), como camino de la Cruz de Roque de Mora. Nada más conocemos sobre esta cruz ni del personaje donde se ubicó. Tan sólo hemos podido constatar que con ese nombre vivía en Aguilar un reconocido carpintero que en 1695 restauró los bancos que ocupaba el Cabildo de Regidores en la asistencia corporativa a las Funciones de iglesia:
Así mismo mandó que el dicho Jerónimo de Gálvez, mayordomo de los Propios de dicho Consejo de y pague a Roque de Mora, maestro de carpintería de esta villa treinta reales por los mismo que ha comportado el aliño de escaños que dicho Consejo tiene en la Iglesia Mayor de esta Villa[v].
Atendiendo a la información que recoge José Naranjo en su estudio sobre el Catastro de Ensenada en Aguilar, se data la existencia de un paraje denominado Cruz del Tostado, que pudo coincidir con el también denominado Eras del Tostado, en el que se levantaba la Cruz de Roque de Mora, lo que nos induce a pensar que pudo tratarse de la misma cruz con distinta denominación, pero esto es sólo una hipótesis sin base documental.
No muy lejos de la Cruz de Roque de Mora se localizaba una de las cruces más conocidas de la población en siglos pasados, como fue la Cruz de Montuque. El origen de esta cruz pudo ocasionarse con la alteración que sufrió el trazado del Camino Real a su paso por nuestro pueblo en el siglo XVII, variando del trayecto antiguo que seguía por el camino de Vado Ancho al nuevo que se proyectó por el paraje de la Huerta Nidos, conocido posteriormente como carretera de Monturque. Esta nueva alineación determinó la aparición de una encrucijada de caminos en la que confluían, además del nuevo Arrecife Real, los que salían del pueblo por la calle Monturque ( actuales calles Alonso de Aguilar y Avenida Miguel Cosano), y el que bajaba desde este cruce hasta la Fuente Nueva, conocido posteriormente como carretera de Montoro-Puente Genil (actual Avenida Antonio Sánchez):
….arriendan y reciben en arrendamiento del convento de las Carmelitas Descalzas de esta villa y de Antonio de Valenzuela su mayordomo, es a saber, veinte y dos celemines y tres cuartillos de tierra en la Cruz de Montuque y Dehesa Vieja, ruedo de esta villa, linde con el camino que va a Monturque y con la misma peana de la Santa Cruz y el camino que desde dicha cruz va a la Fuente Nueva[vi].
Tal como manifiesta el dato, todo el paraje era conocido como la Dehesa Vieja, y permaneció sin urbanizar hasta la década de 1960. En la fotografía aérea que reproducimos, tomada en los años cuarenta, aún era visible los caminos que confluían o partían de la cruz de Monturque, aunque ya no existía la cruz.
Tampoco conocemos el origen cronológico de esta cruz, pero probablemente responda al siglo XVI o anterior, ya que a principios del siglo XVII -1605-1609-, se documenta varias restauraciones de la misma:
En este cabildo se acordó que se aderece la cruz de piedra que está en el camino de Monturque y así mismo que se cierre la puerta del barrio de la Veracruz, y lo que se gastase en lo uno y lo otro a sueldo es propio del Consejo de esta villa…
…de haberse gastado en adobo y reparos en la fuente de la Membrilla y Aljamí y en reparar la cruz del camino real de Monturque[vii].
Como refleja el primer apunte, la salida noreste del pueblo en el siglo XVI se situaba en el viejo arrabal de la Veracruz, en el que, al igual que en el resto de salidas de la población, existían puertas para controlar el acceso al pueblo en tiempos de epidemias. Con la existencia de un monolito de la santa cruz junto a la puerta de antigua ermita de la Veracruz (actual iglesia del Carmen), continuaremos este trabajo de investigación en el próximo capítulo.
Antonio Maestre Ballesteros
[i] MAESTRE BALLESTEROS Antonio. Calles con Historia – Aguilar de la Frontera – Tomo I. p. 209. Asociación Cultura y Progreso
[ii] Ibidem. P. 215
[iii] MAESTRE BALLESTEROS Antonio. Calles con Historia – Aguilar de la Frontera- Tomo II. P. 13. Asociación Cultura y Progreso.
[iv] Ibidem. p. 10
[v] Ibid. p. 63
[vi] Ibid.p. 302
[vii] Ibid.p. 262.