Autor foto: Antonio Maestre Ballesteros
Sorprendido y alertado, el dispuesto animal aguanta la cercanía de la cámara sin inmutarse, esperando ser fotografiado en una pose totalmente natural y complaciente, esperando que el intruso fotógrafo le deje descansar tranquilo sobre la alta cumbre de blanca cal cubierta por la cúpula azul del cielo en una mañana de primavera