Cerca de medio centenar de obras colgadas en las viejas y blanqueadas paredes del Molino del Duque conforman la interesante obra pictórica que Antonio Cabello ha traído a su pueblo como prototipo del su actividad artística. Con el título de ”La Mirada Perdida”, la pintura se convierte en un lugar mágico donde se conocen personajes singulares y donde siempre hay historias que contar o inventar.
Según el autor la pintura es máscara, es espejo, es carne deshabitada, un laberinto lleno de pozos negros que nos miran, un refugio encendido en la sombra donde las palabras no tiene sentido ni forma, y la imagen flota en el silencio.
Palabras que pueden definir perfectamente la sensación que trasmiten los cuadros de Antonio Cabello, donde las formas cobran sentido si los ojos del espectador sobrepasan la mirada simple de la contemplación de una pintura y se adentran en la magia trasborda a los sentimientos.
Original inauguración de la exposición conjugando la imagen, la música y la palabra en una sencilla pero emotiva escenografía en la que han participado numerosos amigos del artista. La exposición permanecerá abierta hasta el próximo domingo 29 de diciembre.