El manto de Pastora de la Virgen
Del ajuar con que cuenta la Virgen para la celebración de popular romería destaca por su calidad artística y antigüedad el manto azul que cubre y arropa a la Sagrada Imagen y forma parte determinante de la estética que caracteriza al atuendo romero que luce la Divina Pastora en esos días.
Lo que se conoce sobre el origen de la prenda acredita que se trata de una capa complementaria de un traje o uniforme militar de alto grado, que lució una persona que fue distinguido con la Orden de Carlos III. El color azul celeste y los caracteres bordados en plata que refleja la cenefa que circunda el manto testimonian dicho origen.
Castillos y Leones, estrellas de ocho puntas y las tres barras alusivas al rey ilustrado, repetidas a lo largo de toda la franja, puntean la antigua capa que se completaba originariamente con una esclavina, elemento éste que no se ha conservado. Todo ello sobre la base de una curiosa tela de raso azul parecida a la seda pero de mayor consistencia.
Aunque se desconoce la identidad del personaje que fue su propietario y destinatario, sí se sabe que se trataba de un antepasado familiar de Doña Enriqueta Pérez, quien lo conservaba en su poder. Durante un tiempo la capa estuvo cedida a Don Rafael Maldonado, quien la prestó a la Cofradía de la Veracruz para que la Virgen de los Remedios lo luciese en la romería.
En el año 1996, y con motivo de la Coronación Canónica de la Virgen de los Remedios, Doña Enriqueta Pérez y su esposo, Don José Aparicio, serían nombrados padrinos de la Coronación, honor que agradecieron donando a la imagen diversa preseas, entre ellas el aludido manto azul que se ha convertido en la pieza más característica de su atuendo pastoril.
El reciente fallecimiento de don José Aparicio es motivo para recordar el apoyo prestado a la cofradía por el matrimonio en aquellas históricas fechas y perpetuar su memoria en esta valiosa prenda que posee la Virgen de los Remedios.
Antonio Maestre Ballesteros