Los pasos del poeta fue en la noche de ayer el camino para recordar su vida y su obra. Los pasos del poeta señalando el acostumbrado y rutinario ir y venir al Tuta, lugar del exilio del cantor del epistolario a los Ipagrenses y el Ocaso en Poley.
En cada paso un sofisma y en las calles la memoria viva del poeta en imágenes que tomaban vida y en su obra expuesta de forma original e insólita. El paso por la catedral del universo poético de Vicente, La Plaza de San José, constituía el epicentro del recorrido que se prolongaba por Don Teodoro, donde el arte y la poesía se daban la mano y confluían en la Plaza de los Desamparados donde bajo la esbelta e iluminada Torre del Reloj se abría de par en par un enorme libro con el primer verso de su obra más conocida -Ocaso en Poley-
Hasta tres turnos de personas se conformaron para realizar el recorrido y asistir al singular acto con el que se ha homenajeado y recordado al hijo ilustre y universal poeta de Aguilar. Recuerdo y poesía fueron los ingredientes básicos de un acto cultural que ha devuelto la memoria del poeta en el cosmos donde brotó la inspiración, y donde permanecerá para siempre la huella del poeta.