Lejos del mundanal ruido que despide el recinto ferial en las calurosas noches agosteñas, el programa de fiestas ofrece la posibilidad de disfrutar de un remanso de buena música en la cima del Cerro de la Silera, bajo la esbelta lozanía de la Torre del Reloj, marco incomparable para oír y sentir las melódicas letras de los más conocidos boleros.
Desde primeras horas de la tarde los compases musicales invadieron el histórico y monumental espacio escénico en el que el coro del Centro Filarmónico, dirigido y acompañado al piano por Luís Alberto Fernández Pericet, ofreció horas después su escogido repertorio con obras como “Mira que eres linda”, “Ansiedad”, “Reloj”, “A mi manera”, etc., que hicieron disfrutar al numeroso público que acudió al concierto.
Noche de Boleros fue sin duda un oasis de armonía y buena música en la tercera noche de feria. Una alternativa cultural y contrapunto a los insoportables decibelios que aturden nuestros oídos y sentidos en el real de la feria.