Aguilar de la Frontera Calle a Calle (51)

DSCN1902Antonio Maestre Ballesteros

CALLE MÁRTIRES DE POLEY

El trazado de esta calle se enmarca en el área geográfica que ocupó la antigua ermita de la Veracruz y el posterior convento de los Carmelitas. El citado cenobio e iglesia determinaron, a lo largo de los siglos, las distintas alteraciones que experimentó la calzada de esta calle hasta determinar su configuración actual.

Las primeras referencias documentadas sitúan su origen cronológico en la primera mitad del siglo XVI, indicando que correspondía a un tramo del camino que franqueaba la antigua ermita de la Veracruz, lo que le valió para ostentar como primera nomenclatura la de la propia ermita. La cita que toma el escribano Francisco Antonio Crespo de León del libro de fundación del convento, describe sucintamente cómo era esta calleja en 1601:

 

…..el cual camino, a la mano derecha tenía un arco por donde se entraba a la ermita de la Veracruz antigua, de la cual salía otra calleja que llamaban de la Veracruz e iba a salir a la esquina de la huerta que cae a la calle de Monturque, que iba a caer al medio día[1].

 

Probada su existencia, podemos aseverar que ya en el siglo XVII contaba con un número determinado de vecinos que aparecen registrados por primera vez en el padrón de habitantes de 1695. En dicho documento se repite el epígrafe de calle del Carmen en dos acasiones, apuntándose en el primer registro un total de cuatro nombres: Juan Gómez de Gálvez; Pedro Toro Caballero; La viuda de Alonso de Gálvez; y Andrés  del Valle Lagar, correspondientes a los vecinos que habitaban la denominada, en padrones posteriores, calleja del Carmen[2].  Tan exiguo número de personas se justifica al considerar que prácticamente todo el lateral derecho de la calleja carecía de solares o viviendas, por ocuparlo las traseras de la iglesia, el convento, y el cercado de la huerta de los frailes.

En el transcurso del siglo XVIII aparece reflejada en el inventario del Catastro de Ensenada con un total de tres personas que declararon tener casa en la denominada calleja: Joseph Pacheco, Joseph de Rivas y Miguel Fajardo[3]. En el transcurso de la segunda mitad de esta centuria no aparece reflejada en los padrones de habitantes hasta 1789, año en el que se apuntó la nomenclatura de callejuela del Carmen, intercalada entre los vecinos de la calle del Carmen. Según el citado documento existían en la  callejuela cuatro casas con los siguientes moradores: en la primera Diego Galán; en la siguiente Diego y Francisco Reina, ambos solteros, y la viuda Teresa de Rojas; un tercer edificio no lo habitaba nadie; y el cuarto acogía a las familias de Sebastián Delgado y Manuel de Carmona[4].

Pocas alteraciones debió sufrir este lugar durante el último tercio del citado siglo, ya que en 1819 presentaba tan solo cinco edificios habitables, aunque el número de vecinos fue algo mayor al estar ocupadas algunas casas por varias familias[5]. El padrón de habitantes de 1821 ofrece información complementaria de los oficios que ejercían los cabeza de familia:

 

Nº DE CASA NOMBRE OFICIO
Nº 1 Diego Galán Garrotalero
Antonio Luque Jornalero
Francisco Zafra Jornalero
Nº 2 Francisco Reina Mozo
Juan Cañadillas Jornalero
Bastián Borja Jornalero
Nº 3 Francisco Aragón Hacendado
Nº4 Bartolomé de Burgos Jornalero
María San Roque Pérez Viuda
María Trinidad Lucena Soltera
Javier Moreno Jornalero

AMA. Padrón de Habitantes 1821. Leg. 210. Elaboración Propia

 

Queda claro que a excepción del hacendado Francisco Aragón, que con toda probabilidad contaba con una propiedad, pero no vivía en la calleja, el resto de vecinos pertenecían a la clase obrera. Esta característica social se mantuvo a lo largo de toda la centuria. En 1837 se contabilizan un total de cinco edificios o casas, iniciándose a partir de ese año un lento crecimiento demográfico e incremento del número de edificios que se prolongó durante todo el siglo XIX y alcanzó hasta el último tercio del XX, en el que se consiguió colmatar sus dos aceras con inmuebles.

El hecho histórico que desencadenó este proceso fue la desamortización y posterior venta del edificio del convento. A raíz de esta circunstancia  y la de dedicarse parte del edificio a cuartel de Milicias y colegio, la calleja fue adquiriendo una mayor relevancia urbana y ampliando el número de viviendas. En el padrón de habitantes de 1861 se contabilizan del 1 al 3 y del 2 al 8. El padrón de 1870 registra un total de treinta y nueve personas viviendo en ella[6].

 

NÚMERO DE CASA VECINO OFICIO
Nº 1 Mateo Cabezas Sirviente
Nº 3 Pedro Espejo Jornalero
Nº 2 José de Castro Presbítero
Nº 4 Francisco Rodríguez Jornalero
Nº 6 Isabel Carretero Viuda
Nº 8 Manuel Carmona Jornalero

 

AMA. Padrón de Habitantes 1861. Leg. 209. Elaboración Propia

 

En la última década del siglo se documenta una de las primeras alteraciones que sufrió la alineación que mantenían la iglesia con el edificio del exconvento y el cercado de la huerta en la acera izquierda de la calleja. Como promotor de esta varación aparece el cura Francisco Ruiz Gil, que como conoceremos más adelante, tuvo un destacado protagonismo en los cambios -tanto urbanos como de nomenclaturas-, que se produjeron en este lugar. Con referencia a los primeros podemos probar su participación directa en la reconstrucción del camarín de la Virgen del Carmen, así como en la actual capilla del Sagrario, obras que conllevaron una variación importante en la alineación de la cabecera del templo en la frontera de éste con la calleja del Carmen. Las obras se llevaron a cabo en 1893, tal como detalla el propio sacerdote en la solicitud dirigida al Ayuntamiento para ocupar parte de la vía pública de la calleja:

 

Dada cuenta de una instancia del Rector cura propio de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen , por la que solicitaba autorización para construir a espaldas de la iglesia parroquial la ampliación del camarín que ocupa la Titular de dicho templo, ocupando un pequeño recodo en la vía pública, lo que convenía a su saneamiento y ornato[7].

 

La autorización del Cabildo permitió a Ruiz Gil alinear toda la cabecera del templo, evitando el vacío existente entre las capillas de las Angustias y Sagrario, al sobresalir éstas de la línea de pared del camarín de la Virgen del Carmen.

Los datos que hemos recopilado sobre la biografía del citado sacerdote, en cuyo ejercicio se elevó este templo a Parroquia, dibujan una personalidad de gran ilustración y erudición, lo que le llevó a poner en marcha numerosas iniciativas relacionadas con la iglesia Carmelita y su entorno. Podemos destacar de su actividad relacionada con la cuestión educativa y social la puesta en marcha de las escuelas del Ave María. También tomó como tarea la  recuperación o exaltación de los aguilarenses que habían destacado en defensa de la fe cristiana, pretendiendo perpetuar su memoria en las nomenclaturas del entorno urbano de la iglesia. Ya hemos señalado la iniciativa que tuvo de rotular con el nombre del entonces mártir, Nicolás Alberca, el llano o plaza del Carmen. Una segunda iniciativa de similares características, que damos a conocer a continuación, causó que la calleja del Carmen tomase como nomenclatura en 1915 la de Mártires de Poley:

 

A continuación se dio lectura de un oficio del cura párroco don Francisco Ruiz Gil, fecha veinte y cinco del actual, el cual copiado a la letra es como sigue “Tengo el honor de poner en conocimiento de V. S. un hecho histórico de mucha gloria  para la religión y de extraordinaria lustre para esta ciudad = El 5 de Abril del año 891 (Viernes Santo) el sultán de Córdoba Abdalá venció en batalla en las inmediaciones del castillo de Poley de esta ciudad a Omar jefe de la guarnición de dicho castillo, y puso por condición de la paz el que los musulmanes vencidos le justificaran fidelidad y les perdonaría la vida; y a los cristianos que convivían con los moros y se llamaban mozárabes, les exigió que renegasen de la fe de Jesucristo bajo pena de ser degollados = Los cristianos en número de mil se negaron a apostatar, y todos fueron degollados; uno solo apostató por temor a la muerte, y para mayor gloria de los martirizados = Este hecho glorioso para nuestra ciudad , dada la turbulencia de aquellos tiempos no fue consignado en nuestra historia , pero los árabes lo consignan en la suya , que don Francisco Javier Simonet, Catedrático de Árabe en Granada la ha dado a luz en su historia de los Mozárabes Españoles = Para que este hecho tan glorioso se popularice y halla conocimiento de todos, además de la lápida conmemorativa que he colocado en el frontal del altar mayor y un cuadro de grandes dimensiones que están pintando representativo de esta gloriosa escena = Ruego a V. S. que de acuerdo con la Ilustre Corporación Municipal de su digna Presidencia se ponga el nombre de Mártires de Poley a una de las calles de esta feligresía, cuyo acuerdo señalará con piedra blanca su paso por este municipio.

 

  La Corporación por unanimidad acordó acceder a lo interesado en el anterior escrito  y en su virtud la calle que hoy se denomina Calleja del Carmen en lo sucesivo se denominará “Mártires de Poley”; comunicando este acuerdo al párroco solicitante[8].

 

Situados ya en las primeras décadas del siglo XX y bajo el epígrafe de calle Mártires de Poley, el padrón de solares y viviendas de 1928 arroja la siguiente información sobre la misma:

 

PROPIETARIO NÚMERO DE CASA
Pablo Gordo Ligar s/n
Juan Cosano Nº 1
Antonio García Cosano y otro Nº 3
Hermanos de José Pérez Berlanga s/n
Antonio Fernández Garrido Nº 2
Manuel Mejías Hurtado Nº 4
José López Morales Nº 6
Dolores Alberca Garrido Nº 8

AMA. Padrón de Edificios y Solares 1928. Leg. 471. Elaboración Propia

 

 

Con similares características de vecindad se mantuvo durante las décadas siguientes. En el padrón de habitantes de 1940 constatamos el inicio de un ciclo de crecimiento demográfico y viviendas que se prolongó en las décadas siguientes hasta configurarla tal como hoy se haya. Este hecho se muestra al contabilizarse en dicho padrón varios edificios sin numeración por ser de nueva fábrica. También registra el documento la profesión de lo vecinos, entre los que se cita un panadero que habitaba la casa número 2, donde efectivamente existió durante esas décadas una panadería:

 

NÚMERO CASA VECINO OFICIO
Nº 3 Alejando Poyato CórdobaFrancisca Reyes Espejo

Francisca Cruz Pulido

Obrero AgrícolaViuda

Viuda

Nº 2 Antonio Ruiz PinoManuel Albalá León AgricultorPanadero
Nº 4 Emilio Valle Martín Talabartero
Nº 6 Manuel Pavón PavónJosé López Morales Obrero AgrícolaObrero Agrícola
Nº 8 Juan Criado SerranoMáximoano Cardeña (….) Cobrador de ditaIndustrial
S/N Encarnación Azaña Palos
S/N Jose M.Jiménez Cabezas Sacristán
S/N Francisco Pérez Varo Obrero Agrícola

 

AMA. Padrón de Habitantes 1940. S/C. Elaboración Propia

 

El cuadro refleja todos los edificios existentes incluidos los que no contaban con numeración en la acera de los pares. Tan solo una vivienda existía en la acera que ocupaba la trasera de la iglesia y cercado del antiguo convento. Esta situación se alteró en los años iniciales de la década de 1970. Precisamente fue la puesta en valor de estos terrenos, con la demarcación de solares y construcción de nuevas viviendas, lo que dio origen a la evolución que experimentó la antigua calleja del Carmen -ya denominada  calle Mártires de Poley-, durante la segunda mitad del siglo XX. El primer solar  demarcado correspondió al que Pablo Aranda Gordo donó a la cofradía de Jesús Caido para levantar el local de esta hermandad a finales de la citada década. Posteriormente se señalan y venden por la familia Aranda Gordo nuevos solares que fueron adquiridos por los hermanos Antonio y Manuel Prieto Jiménez y Antonio y Francisco Pérez, en los que se construyeron nuevas viviendas.

Mediada la década de 1980 se produjo la transformación del espacio que ocupaban los terrenos del exconvento, demarcándose en su interior una nueva zona urbana denominada Plaza de los Naranjos, por integrarse en la misma el antiguo patio de los frailes donde se conservan algunos ejemplares de estos árboles pertenecientes a la desaparecida huerta del convento. Uno de los accesos a dicha plaza se habilitó por la calle Mártires de Poley a través de un pasaje.

NOMENCLATURA

 

CALLEJA DE LA VERACRUZ: tal como se ha descrito anteriormente la primitiva calleja sobre la que se cimentó la actual calle Mártires de Poley partía desde la puerta de la ermita de la Veracruz en dirección al camino de Monturque, hecho del que derivó la primera nomenclatura con que contó la callejuela hasta las primeras décadas del siglo XVII.

 

CALLEJA DEL CARMEN: esta nomenclatura sustituyó a la anterior a raiz de la desaparición de la ermita en los años finales del siglo XVI, y la construcción en su lugar del convento e iglesia de Nuestra Señora del Carmen. Como es apreciable, ambas nomenclaturas utilizan el diminutivo de calleja, en clara referencia a la reducida importancia urbanística que tuvo esta vía durante esos siglos, y el escaso número de habitantes con que contaba.

 

CALLE MÁRTIRES DE POLEY: desde 1915 mantiene este nombre, al no haberle afectado los numerosos cambios experimentados por el nomenclátor local a lo largo del siglo XX. Aún así, popularmente se siguió denominando como calleja o callejuela del Carmen durante muchas décadas. Como recogió el cura Ruiz Gil en la argumentación expuesta para que se le otorgase esta nomenclatura, dichos mártires se ocasionaron a raíz de la matanza de los mozárabes de Poley por el Surtan cordobés Abdalá en el año 891.

 



[1] APS. Pleitos y Censos perpetuos, 1556. S/C.

[2] AMA. Padrón de Habitantes 1692. Leg, 208.

[3] AMA. Catastro de Ensenada – seglares, Leg. 394.

[4] AMA. Padrón de Habitantes 1789, Leg. 209.

[5] Ibidem. 1819, Leg. 209.

[6] AMA. Padrón de Habitantes 1870, Leg. 223.

[7] MAESTRE BALLESTEROS, Antonio. “Sobre la Construcción del Camarín de la Virgen del Carmen”. Sayones nº XX noviembre 2002. Agrupación de Cofradías de Aguilar de la Frontera.

[8] AMA. Acta Capitular 27 noviembre 1915, Leg. 144.

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