Y decían que sería un otoño con más precipitaciones de lo normal. Sí acertaron cuando algunos expertos aventuraban que se registrarían unas temperaturas más elevadas. Este otoño está siendo más calido de lo habitual y más seco de lo esperable en Córdoba. Diciembre está teniendo temperaturas más altas de lo normal, llegando a superarse el sábado la máxima en este mes, que estaba en los 22,6 grados del 16 de diciembre de 1989. Este sábado llegó el termómetro a 23,5 grados, y en lo que va de diciembre se ha estado muy cerca de máximas de 20 grados o se ha superado este valor: 19,7 (el día 1), 19,1 (2), 22,5 (3), 22,3 (4), 23,5 (5) y 20,6 en la jornada de ayer.
Lo peor de todo es que los meses anteriores del actual año agrícola, que se inició en septiembre, han sido más cálidos de lo habitual a excepción de septiembre. Así, en octubre hubo un grado más de la media y en noviembre se superó en 1,5 grados y fue calificado por la Aemet como muy cálido.
Las reducidas precipitaciones están marcando también este otoño. A excepción de octubre, cuando cayeron 80,7 litros y se situó en valores normales, septiembre fue muy seco (7,4 litros en todo el mes) y noviembre fue seco (55,3 litros). La red de estaciones agroclimáticas de la Junta de Andalucía recogía hasta ayer solo 160,4 litros desde el 1 de septiembre en la ciudad de Córdoba, lo que supone un 25% menos de la media de los últimos cinco años y lejos de los 311,2 que se habían registrado el pasado año por estas mismas fechas. El resto de municipios cordobeses no está mejor. En Hinojosa se contabilizan 86 litros por metro cuadrado, un 64% menos que en las mismas fechas del pasado año; en Baena han caído 126 litros (-34,8%); en Belmez, 100,6 litros (-67%) y en Palma, 122,2 (-68,9%). Desde que cayeran 8 litros el 3 de noviembre, las precipitaciones han sido inapreciables o muy reducidas (2,2 litros el 21 de noviembre).
El problema, además, es que no se esperan lluvias en las próximas dos semanas y las temperaturas máximas estarán muy cerca de los 20 grados en algunos días. La falta de agua está teniendo también sus consecuencias en los embalses. Los pantanos de la cuenca del Guadalquivir en Córdoba almacenan 2.083,2 hectómetros cúbicos y se encuentran al 61% de su capacidad, es decir, acumulan un 22% menos de recursos hídricos que el año pasado por estas fechas. La regulación general, que es el sistema que abastece a los regadíos, está al 59%, lejos del 77,4% de hace un año. En unos meses en los que deberían crecer los niveles de los embalses, están reduciéndose. Iznájar está al 60,6%, La Breña, al 65% y Bembézar, al 60,4%. Hace un año, Iznájar se situaba al 80,7%, La Breña se encontraba al 86% y Bembézar, al 85,1%.
Noticia del Diario Córdoba