La candela de ramón y serrín ha ardido un año más en el ochavado recinto de la Plaza de San José en las vísperas del día de la Candelaria. Hasta allí han peregrinado cientos de niños portando en sus manos los faroles confeccionados por ellos mismos en los colegios donde estudian. Un peregrinaje que llena las calles de luces en largas comitivas que desembocan en los cuatro arcos que dan acceso al monumental espacio donde arde la candela.
Como manda la tradición un jurado popular ha sentenciado al “juillas” y las coplas de los aceituneros han amenizado el acto. El rito de quemar el farol y con él lo maléfico para que la candela lo purifique congregó a cientos de personas en torno a las altas llamaradas que iluminan y dan calor a la Plaza. En una noche con temperatura primaveral la participación en la Candelaria 2016 ha sido considerable tanto de niños como mayores. Como en ediciones anteriores han asistido todos los centros escolares de la población correspondiendo a ellos el protagonismo en este popular y tradicional festejo.