Andan los vecinos de la calle Mártires de Poley y otras colindantes reuniendo firmas para volver a denunciar ante la alcaldía el problema que sufren por la invasión de gatos que habitan en el solar de la iglesia. El Ayuntamiento pasa olímpicamente de la cuestión y los gatos siguen acudiendo a la comida diaria que le vuelcan en la acera varias personas que no quieren gatos en sus casas pero sienten pasión por los del solar del Carmen. Los gatos amansados y altos de comer no tienen otro oficio que procrear más gatos, lo que agrava cada día más el problema para los vecinos. Mientras en el Ayuntamiento siguen desojando la margarita de si son o no los gatos una especie protegida.
