Desde que Vicente Romero decidiera adentrarse en el mundo del Pura Raza Española, no había existido en Aguilar algo semejante. Ha pasado mucho tiempo desde aquel entonces, y ahora Manuel Navarro y su caballo Romano 23 quieren llevar el nombre de la localidad lo más lejos posible, por lo que el próximo quince de noviembre participarán por segundo año consecutivo en el Campeonato del Mundo de PRE, que tendrá lugar en la SICAB de Sevilla.
Manuel es un hombre honesto, trabajador y ambicioso, que ha dedicado su vida a la actividad ecuestre. “Llevo metido en el mundo del caballo desde pequeño. Tenía nueve años cuando empecé a aficionarme”, explica. Gracias a su esfuerzo y dedicación, el año pasado logró asistir por primera vez a la final del Campeonato Mundial de Pura Raza Española. Fue con un doble objetivo, el de promocionar la Yeguada de Aguilar y el de participar en un torneo frente a los más grandes.
Sin embargo, a pesar de que en esa ocasión ocupó una de las últimas posiciones, el jinete aguilarense no se rinde y asegura que para esta se ha preparado a conciencia y llega motivado. “Este año llegamos mejor y espero acabar entre los quince primeros”.
Y es que, aunque acumule numerosos premios, para Manuel este es “el más importante de todos”, ya que para él supone un reto de gran envergadura el simple hecho de estar en esta cita. En Sevilla, Romano se enfrentará a dos pruebas para las que su dueño lo ha estado poniendo a punto. “La primera, la morfológica, que consiste en mover de un lado a otro al caballo y que vean la belleza que tiene. Y la segunda, la de doma, que es más de funcionalidad. Al animal le piden una serie de requisitos que debe pasar. De las dos, la primera de las fases es más fuerte, puntúa más y para esa está estupendo”, afirma.
El aguilarense no quiere halagos ni elogios, sino que “con estar en la final y competir, me sobra”, comenta. Además, para él Romano no es sólo su caballo, también es su amigo. “Somos uña y carne. Estamos muy unidos”.
Ahora, tan sólo queda que el próximo quince de noviembre, cuando comience la final, Romano 23 y su dueño y amigo, Manuel, dejen boquiabiertos a los asistentes y no me cabe duda de que lo harán, puesto que la belleza del animal es comparable a la de la mismísima Giralda.
Mucha suerte
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