Con el calor del estío veraniego se subió el telón del Théâtre des Variétés donde actúa el elenco de figurantes que detentan la jefatura del Gobierno Municipal. Un escenario cómico-erótico donde la política local se convierte en comedia burlesca para quienes debían regir los destinos de los ciudadanos y han acabado como personajes grotescos del teatro de vanidades en que han convertido el Ayuntamiento de Aguilar.
Ya se ha descubierto la farsa representada: la risa de arlequín, el compadreo y buen rollito, la palmadita en las espaldas, el saludo desde la acera de enfrente….., todo era teatro, puro teatro. Ni el alcalde era tan gracioso como parecía ni estaba centrado en los problemas de Aguilar; ni sus concejales tenían, ni tienen, la empatía ni afectos mínimos para gobernar este pueblo.
Francisco Juan fue el “líder bufón” de una candidatura llena de intereses peculios en la que ha prevalecido la discordia y rivalidad que les enfrentaba desde antes de las elecciones. Ya no ocultan la porfía que tanto han negado y encubierto. El sainete del alcalde y sus concejales se anuncia ya en las carteleras como trama de una tragicomedia que aún está por desenmarañarse del todo. La opereta no ha concluido aunque el PSOE intente bajar a toda prisa el telón del teatrillo de los ediles socialistas. Aun son muchos los “actores” que muestran las caretas que estrenaron cuando entraron en el Gobierno Municipal, y el actor protagonista de la obra, al que ya daban por muerto, puede volver a escena alterando el final feliz que el PSOE ha ideado para rematar este sainete.
Todo puede ocurrir con un gobierno municipal descabezado, desmotivado, y carente de la unión y fuerza necesaria para luchar por el pueblo. Todo puede acontecer porque solo les motiva ya seguir cobrando sus buenos estipendios y dejar que el paso del tiempo borre la memoria de lo sucedido. Aspiran sólo a mantener la comedia en escena el máximo de tiempo posible. Para ello la ejecutiva socialista ha incorporado al reparto nuevos comediantes para cubrir las vacantes de los actores dimisionarios, y si es imprescindible para mantener el poder, incluso encumbrarán al sillón de la alcaldía a un nuevo intérprete principal. Lo crucial para los mandatarios del partido es que la representación les aguante los dos años que queda de legislatura.
Mientras tanto el pueblo sigue ocioso con estos vulgares entretenimientos. Expectante por conocer quién es quién en este baratillo de dichos y diretes. Ávido por averiguar quién se junta con quien, o quien entra o sale en el espectáculo del Gobierno Local. Al pueblo que más le da ya que hayan arruinado el Parque Agroalimentario, que nos hayan dejado sin Teatro y sin Residencia Municipal, que sigan colocando a los suyos con enchufes camuflados, que no haya viviendas ni trabajo para los jóvenes……., que el desgobierno se haya instalado en el Ayuntamiento. Está claro que desde hace tiempo este pueblo se deja hacer y sólo desea con avidez: pan y circo.