Años vividos y recuerdos imperecederos de una infancia que quedó custodiada para siempre en la alhacena de la memoria. Ilusiones y sueños que despertaron enclaustrados entre las blancas paredes de un patio de colegio y la solera de unas escaleras en cuyos peldaños quedaron enraizadas para siempre las primeras emociones de la vida.
El patio de mi escuela……., algarabía, sonrisas y juegos, niñez compendiada en un recreo.
Foto: Pedro Pedrosa