Bueno. Pues pasó septiembre y también el meridiano de octubre, y sin novedad en la Casa grande de la Plaza de San José. Nada se resuelve y la alcaldía la mantiene en precario María José Ayuso. Si no fuera por lo absurdo de la situación, pareciese que al PSOE no le desagrada esta coyuntura. ¿No puede?, o no quiere variar este escenario político. Mientras Francisco Juan no aclare cómo será su salida del Consistorio, a los socialistas les bastan los 8 votos y el de calidad de la alcadesa para mantener la mayoría absoluta.
Así lo demostraron en la pasada Sesión en la que consiguieron impedir las propuestas o mociones conjuntas de la Oposición, entre ellas la de crear una comisión sobre el funcionamiento de la Zona Azul. Llegados a este punto el PSOE no tiene ya ninguna prisa para alterar la titularidad de la alcaldía, aunque la provisionalidad de la alcaldesa no beneficie en nada a los intereses del pueblo.
Por su parte, los representantes de los demás grupos municipales, además de llevarse las manos a la cabeza ante la idea de que este contexto pueda prolongarse In saecula saeculorum, se afanan en mostrar una imagen de unidad ante el descalabro político en que han caído los concejales del PSOE. La situación del Ayuntamiento y la política local es tan surrealista y lacónica que hoy por hoy la Oposición aparece cohesionada, y el Equipo de Gobierno totalmente fracturado.
Pero el plan performance de la Oposición viene a ser pan para hoy y hambre para mañana, pues en poco que se prolongue ira agudizando las contradicciones que encierra, ya que la afinidad política entre el PP y UPOA, por ejemplo, debería ser infranqueable. Aunque el esquema pueda ser efectivo a corto plazo, y justificable por la excepcionalidad del momento que atraviese el Ayuntamiento, a la larga no resultará beneficioso para nadie. Más temprano que tarde acabará imponiendose la lógica política, y probablemente algunos partidos saldrán más beneficiados que otros del simulacro.
Sin duda podría servir como idea coyuntural, pero con el tiempo puede inocular en la política municipal un virus (desconfianza), para el que hasta el momento no se ha encontrado medicina que lo erradique. No se puede crear un sentimiento identitario entre grupos tan alejados ideológicamente, y seguro que acabarán sucumbiendo, por interés electoral, a la unilateralidad de la acción política.
Aunque parezca que la Oposición se hace fuerte con este acoplamiento, y que el PSOE estaría aterrado por la desventura que sufre, nada más lejos de la realidad. Los socialistas están encantados viendo a los representantes de la Derecha y la Izquierda compartiendo ruedas de prensa. Así el Centro es para ellos. Y en ese espacio los socialistas nadan como peces.
Tan solo se puede invertir el sentido de la situación actual y del rédito político que el PSOE sacará de todo esto, si los partidos de Izquierdas y los progresistas de Aguilar son capaces de crear un instrumento que articule una alternativa real al PSOE antes de las próximas elecciones municipales. Si no es así, el PSOE las seguirá ganando, quizás sin mayoría absoluta. Ni falta que les hace, pues ya encontrarán la muletilla que les otorgue ese poder como ha ocurrido en otras ocasiones.
Foto: Aguilar Noticias.