Ayer sábado se presentó en la iglesia de San José y San Roque la talla restaurada del Niño Jesús de Praga, tras la intervención a que ha sido sometida por los imagineros cordobeses Pablo Porras Castro y Juan Jiménez González. El delicado estado de conservación que presentaba la efigie hacía inevitable una actuación que asegurase su conservación y recuperase su belleza artística. A raíz de reponerse su procesión hace dos años se hizo necesario garantizar el estado de conservación y su disponibilidad para tal actividad.
Tras los meses empleados por los dos artífices del trabajo realizado, el resultado ha sido muy satisfactorio para la junta directiva que ha promovido este proyecto, y para las numerosas personas que acudieron en la noche de ayer a contemplalo en el iglesia de las Carmelitas. A este templo llegó dicha Imagen en el primer tercio del pasado siglo XX por donación de varios devotos, procedente presumiblemente del taller valenciano de escultura religiosa de D. José Romero de Tena. En esta adquisición debió intervenir el sacerdote D. Antonio Galisteo, con cuya mediación llegaron a Aguilar otras imágenes con tal autoría, y al propio convento de las Carmelitas la Virgen del Mayor, una Santa Teresa de Jesús, o la imagen de Santa Teresita de Lisieux.
A lo largo del siglo de historia con que cuenta esta Imagen ha atravesado por varios periodos de esplendor, en los que se verificaba su salida procesional por las calles del pueblo, como ocurrió durante el primer tercio del pasado siglo XX y en las décadas centrales del mismo, y otros en los que estuvo confinado al culto interno en el cenobio Carmelita. Desde el año 2015 el Niño Jesús de Praga ha vuelto ha procesionar coincidiendo con su festividad en el mes de enero, convirtiéndose así en el pórtico de las procesiones de Gloria de Aguilar.
Foto A. Poyato.