Hoy reponemos In-memoriam la entrevista que realizó este periódico a Rafael Maldonado. Con ella honramos y agradecemos el anhelo que tuvo de donar al pueblo de Aguilar sus colecciones artísticas, deseo frustrado por la inoperancia de los alcaldes que han regido el Ayuntamiento en los últimos años.
Rafa Maldonado, como se le conoce en el ámbito cercano de amistades, nació en Aguilar de la Frontera en el ya lejano año de 1925, en el seno de una familia acomodada. Su padre, Gabriel Maldonado López, ejerció de laborioso comerciante, y su madre, Florencia García Celda, obtuvo el título de maestra, pero no ejerció la profesión. Vivió su infancia y primera juventud con mucha felicidad junto a sus cinco hermanos, y recibió su primera formación académica en la escuela de Don Juan Robles Redaño, instalada en un viejo caserón de la calle Carrera.
Las cualidades innatas para el canto de Rafael Maldonado se hicieron evidentes a muy corta edad, lo que sin duda condicionó su futuro profesional, ya que desde muy joven tuvo claro su vocación por la Lírica. Alcanzados los 18 años, se traslada hasta Córdoba para matricularse en el Conservatorio Superior de Música, donde estudió canto y solfeo durante dos años, estudios que concluyó en Madrid, a donde se desplazó para realizar el servicio militar como voluntario, bajo la dirección de las profesoras de canto Lola Rodríguez y Carmen Iribarne.
Concluida su formación académica y artística, Rafa Maldonado daría sus primeros pasos profesionales participando en la fundación del Coro de Radio Nacional de España (R.N.E.) que se compuso en su origen de solo 20 miembros, coro con el que se inauguraría Televisión Española.
Posteriormente participaría también en la fundación del “Coro de Cantores de Madrid” apadrinado a un gran tenor cordobés, natural de Bujalance, Pedro la Virgen. El director de este extraordinario coro fue el maestro José Perea, y el de la orquesta el extraordinario Ataulfo Algenta.
Por estos años Rafael Maldonado había alcanzado un excelente nivel técnico y profesional lo que le permitió gravar varias zarzuelas, bien como solista, o como parte del coro. Con Pablo Sorozábal graba varias zarzuelas, con interpretaciones que a palabras de éste insigne compositor estaban hechas para una voz como la suya. Su debut en la zarzuela lo realiza al lado de Alfredo Kraus en la obra doña Francisquita.
En 1960 comienza a hacer revista en la compañía de la inigualable Celia Gómez. Como actor y galán cantante, realiza colaboraciones musicales con Paquita Rico, Carmen Sevilla y Lola Flores; interviene en pequeños papeles de películas como ” El vestido de Rojo”, “A punta de látigo”, o el “Señorito Octavio”. Hace televisión. En una primera etapa interviene en 8 zarzuelas dirigidas por Juan de Orduña y posteriormente participa en la serie “Antología de la Zarzuela”.
A lo largo de los años aprende el oficio de sastre y llega a trabajar en la sastrería de algunas compañías. En su faceta de autodidacta aprende el repujado en estaño compartiendo con algunos amigos un puesto en el rastro de Madrid en el que vende sus trabajos en este material.
En 1989 llega su retirada del mundo del espectáculo, a los 64 de edad, y lo hace con la interpretación de la ópera “Rigoletto” compartiendo cartel con Alfredo Klaus. En 1990, y tras una larga y fructífera carrera artística, ve cumplido su sueño de regresa a Aguilar, instalándose en la casa de sus padres en la calle Mercaderes. Durante los últimos 20 años de estancia en Aguilar, Rafa Maldonado vive plenamente integrado en el pueblo participando y colaborando con infinidad de proyectos y actividades culturales, además de ejercer como mecenas de distintos proyectos pictóricos y restauraciones patrimoniales. En este sentido es conocido el ofrecimiento hecho al Ayuntamiento de Aguilar de donar al pueblo todo el patrimonio artístico atesorado a lo largo de su vida, con el deseo de conformar un museo local.
