El Salón de Plenos Municipal acogió anoche la primera Sesión Plenaria de la Corporación Municipal, en el nuevo año, con un Orden del Día en el que destacaban dos puntos principales: la toma de posesión de la nueva concejala del PSOE y los Presupuestos Municipales para el 2019.
Ha sido Lidia María Carmona Pavón quien ha ocupado la silla que dejó vacía con su dimisión la concejala de Igualdad Mari Carmen Berenguer. La toma de posición de la nueva edil puso de relieve, una vez más, el desbarauste en que está sumido el Grupo Municipal del PSOE, ocupando cargos por dimisiones a cada instante y con concejales fantasmas, como el antiguo alcalde, que sigue sin aparecer por el Ayuntamiento.
El protocolario acto de entrada de la nueva concejala se desarrolló con la solemnidad propia de ese momento, no ocurriendo lo mismo cuando se debatió el punto de los Presupuestos, donde el desarrollo del Pleno entró en una dimensión política muy distinta y distante entre el Equipo de Gobierno y los grupos de la Oposición.
Con independencia del posicionamiento de tuviera cada grupo, que fue unánime en la Oposición al coincidir todos en votar en contra de la propuesta del Equipo de Gobierno, posicionamiento legítimo al considerar que las Cuentas no merecían su respaldo, lo más triste fue el comprobar el desconcierto con el que se debatió un punto tan crucial para el pueblo como son los Presupuestos.
Probablemente todos los grupos tengan algo de culpa cuando se producen estas situaciones tan lamentables, pero , si quien tiene la obligación de tutelar el desarrollo del Pleno (el alcalde), como presidente que es del mismo, no está a la altura que requiere ese cargo o responsabilidad, obviamente las situaciones se agravan y llegan a los extremos que se vivieron en la jornada de ayer.
Cuando quien tiene que velar por el orden en el desarrollo de la Sesión es la primera en perder los “ papeles” solo se puede esperar, tal como ocurrió, que se convierta la Sesión Plenaria en un “Circo” donde la política deriva en espectáculo dantesco que le resta credibilidad y merma la seriedad que requiere el debate de una cuestión tan importante.
Al final el PSOE sacó adelante su Presupuesto al contar con 8 concejales y la Oposición solo 7 al no asistir el portavoz de UPOA Antonio Zurera. Pero la imagen que se dio no pudo ser más triste. A cuatro meses de las próximas Elecciones Municipales el barco del Ayuntamiento está sin timonel y haciendo agua por todos lados.
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