Se espera cada año la llegada de estos días por lo que te anticipan de una celebración que está ya a la vuelta de la esquina, y porque en ellos vamos a renovar las anheladas emociones que quedan grabadas en los recuerdos más añorados por los cofrades cuando concluye cada Semana Santa.
Los días van arrancando las hojas del almanaque de cuarenta jornadas que llamamos Cuaresma y que parece retener el tiempo para ansiar con mayor vehemencia la llegada del Viernes de Dolores, y con él completar las vísperas del día más deseado para los cofrades: El Domingo de Ramos.
Aún faltando días y semanas para que la Borriquita salga a la Plaza del Carmen anunciando la plenitud de una nueva Semana Mayor, el templo Carmelita se convirtió ayer en un imaginario trayecto por donde discurrió el primer paso de palio de la Semana Santa del 2019, acompañado por dos magnificas bandas de música que acompasaron el movimiento de sus bambalinas a los sones de un escogido repertorio de marchas procesionales: “Madrugá Macarena”, “Getsemaní”, “Valle de Sevilla”, “Concha”, “Margot”, “Siempre la Esperanza”, “Ntro. Padre Jesús Preso” y “Jesús Nazareno”.
Dos pueblos hermanados por la historia -Aguilar y Moriles- y por la música del recordado Sebastían Valero que dirigió a ambas instituciones musicales durante varias décadas, se unieron en un concierto que consagró la armonía hasta adquirir esta las coordenadas que marcan la excelsitud de un acto.
El nivel de exquisitez con el que se desarrolló todo el evento lo marcó el cronista de la ciudad, Diego Igeño Luque, quien, además de realizar un extraordinario preámbulo introductorio con referencias históricas al templo y Orden de los Carmelitas en Aguilar, fue el encargado también de presentar el programa de marchas y hacer la reseña histórica de las dos bandas y sus respectivos directores: D. José Antonio García Valle y D. Víctor Herrero Pareja.
Lo vivido ayer en la parroquia del Carmen fue el pórtico sensorial de la Semana Santa que con tanta impaciencia esperamos. La música nos llenó el espíritu de sensaciones y nos emocionó hasta llegar a hacernos sentir lo que podremos ver y disfrutar muy pronto en las calles. “Amarguras”, interpretada por las dos bandas unificadas, fue el colofón y la certeza de que este concierto va a ser recordado durante mucho tiempo por los músicos que fueron protagonistas del mismo y por todos los que tuvimos la suerte de estar anoche en la parroquia del Carmen para disfrutarlo.