Ya todo está anunciado y presentido. Los romeros se afanan en los preparativos en el real del Santuario y en las naves donde toman vida los colores y las flores que dibujan la arquitectura efímera que adornará las carrozas que formarán la alegre y colorida comitiva que acompañará a la Virgen en el camino de ida y vuelta. Todo está dicho ya, pues el pregón llenó de cantes y plegarias la noche en la vieja ermita del Llano de la Cruz para marcar las vísperas de los días soñados.
La palabra, trasmisora de emociones y sentimientos, fue el ingenio que la pregonera usó en su panegírico para exaltar las glorias de una tradición que cada año va enraizando más en el pueblo. Rito y devoción asentada en una Virgen que concita la unanimidad de los rezos y las plegarias de los corazones romeros que llenan todos los rincones del Santuario en los días en los que la Señora de la Campiña reina entre viñedos y olivares en las riberas del Río Cabra.
Rocío Puebla Mendoza, romera de nacimiento y condición, glosó con la palabra asida a la prosa y el verso la Romería del 2019, y convocó a los romeros a vivir con fervor y pasión los momentos anhelados de la Romería que está por llegar en unos días, aquellos que dejarán una huella imborrable en sus corazones y que alimentan la fe más intima y personal hacia la Virgen remediadora. El pregón de Rocío Puebla abrió y marcó el camino de afectos y júbilo que transitan los romeros cada año en torno a la Señora.
En los aledaños del caluroso verano que enardece los campos de la Campiña Sur Cordobesa cuando junio aparece en el almanaque, las Hermandades y los romeros se echarán a los caminos guiados por la estela de los Simpecados que proclaman a los cuatro vientos que en Aguilar la devoción mariana lleva el nombre de Remedios.