Mientras no haya escarmiento no hay enmienda. El desaprensivo comportamiento de algunos comerciantes, unido al incivismo de ciertos vecinos, mantiene el entorno de muchos contenedores como verdaderos vertederos en el casco urbano. Tanto los comercios y personas, causantes de este desatino, son fácilmente identificables en las cajas o bolsas que dejan fuera de los contenedores o en las que, por su gran tamaño, provocan la obturación de estos.
Como siempre, por un reducido grupo de personas incívicas se denigra a todo un sector y al conjunto vecinal del lugar cercano a contenedores, como el de la calle Andalucía, que presentaba esta noche este lamentable aspecto, situación que se repite desgraciadamente a diario. O el ayuntamiento persigue esta atrocidad y multa a los responsables o el problema no tiene solución. Las campañas de concienciación están muy bien como prevención, pero no son resolutivas, como demuestra esta foto denuncia.