Don Julián, el párroco de Aguilar en los años de posguerra, y sor Modesta, una de las monjas más carismáticas de la comunidad que regía el Hospital de la Caridad y colegio de la Milagrosa en aquellas décadas, junto a un desconocido sacristán, constituyen los personajes de referencia en esta antigua fotografía que muestra una típica escena de toma de Primera Comunión. Sin duda el edificio que acogió esta ceremonia corresponde a la iglesia de la Concepción (Hospital).
Como se aprecia en la niña protagonista de la escena, a partir del siglo XX, la edad de los infantes se redujo considerablemente y ya se permitía comulgar a los niños a partir de los 7 años. Sobre los años 60 se establece que esta sea entre los 8 y 10 años. Antes de poder recibir este sacramento, estos deberían de pasar una preparación.
Es en este periodo donde es costumbre que los niños y las niñas vistan hábitos para recibirla. Esta ha ido perdiendo fuerza con el tiempo. Dentro de la indumentaria, los complementos formaban parte importante, guantes blancos, rosarios, misales, y limosneras (finalizado el ágape o antes de la ceremonia los niños acompañados de sus progenitores, entregaban a los invitados los recordatorios y estos eran obsequiados con monedas que guardaban ellas.