Más de doscientas personas, de todas las edades, han participado esta mañana en la única actividad de “OleoVina” que se ha desarrollado fuera del recinto del Mercado de Abastos. Un nutrido grupo de senderistas que han completado un trayecto de 8 km que ha tenido como eje el punto geodésico del Cerro de la Torre.
Mañana casi invernal por la niebla alta que cubría el cielo, aunque con una temperatura muy suave, que ha hecho muy placentera la ruta, efectuada a un ritmo asequible para todos los ruteros. En una hora y media se cubrió el recorrido de ascenso hasta el punto más elevado del recorrido, invirtiéndose un tiempo similar en la vuelta hasta el pueblo. A pesar de la limitación impuesta por la niebla, se ha podido disfrutar de las bonitas panorámicas que ofrece el Cerro de la Torre para contemplar los campos y pueblos lindantes desde el vértice geodésico.
Un vértice o punto geodésico es un punto señalizado que indica una posición geográfica exacta conformando una red de triangulación con otros vértices geodésicos. La posición exacta de los vértices sirve para ayudar a elaborar mapas topográficos a escala, tanto nacionales como regionales. Los tres situados en el término municipal de Aguilar se encuentran en el Cerro de la Torre, con 489 m de altitud, en Las Atalayas con 398 m., y en el primer escalón del Ayuntamiento con 392 m.
En España hay unos 11 000 vértices que suelen estar formados por un pilar de 120 centímetros de altura y 30 de diámetro sustentado en una base cúbica de hormigón, todo ello pintado de blanco. Normalmente están en sitios altos y despejados desde los que se pueden divisar otros puntos similares, por lo que suelen estar en parajes que poseen buenas vistas panorámicas. Desde 1975 están protegidos por la Ley sobre Señales Geodésicas y Geofísicas.
Con un ambiente alegre y distendido se ha caminado a ritmo de marcha por los caminos de las Minas, Patragrao y Albarizas, hasta desembocar en la Huerta Zurera, donde se ha parado para el desayuno molinero ofrecido en la almazara “Olivares de Caelum”. Aceite ecológico de esta empresa local, aceitunas de Torrent y la Aguilareña, el pan de San Roque “Llorón” y café de pucherillo, han sido los ingredientes de un típico desayuno que ha repuesto al final de la mañana las energías gastadas en la marcha.