La celebración del Día de Todos los Santos que cada año llenaba de personas el Cementerio de Aguilar, se ha visto en este 2020 muy reducido de visitantes, entre otras causas, porque han sido muchos los que han acudido al recinto mortuorio unos días antes del señalado 1 de noviembre. Indiscutiblemente, también esta ancestral tradición ha cambiado con el coronavirus.
En la mañana de este domingo, el silencio se ha adueñado de las calles de las necrópolis del pueblo, siendo muy pocas personas las que se han acercado al Cerro de San Cristóbal, para visitar a sus difuntos. Así lo muestra esta instantánea de la puerta del campo santo, sin que sea transitada por ninguna persona, principal diferencia con años anteriores.
Por su parte, el Ayuntamiento ha suspendido cualquier acto a desarrollar en este espacio, tanto religioso como cultural. Tampoco ha flotado el autobús gratuito que usó el pasado año para facilitar el traslado hasta este lugar. En general, han sido determinaciones encaminadas a que no se produzcan las aglomeraciones de otros años.
En cuanto a las medidas de seguridad, se controla exhaustivamente las entradas y salidas, se toma la temperatura, se ha dispuesto gel y guantes en las entradas, las escaleras son desinfectadas y se pulveriza con una mezcla desinfectante con frecuencia, entre otras. Toda esta labor ha contado con la colaboración de la Policía Local y la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil de Aguilar de la Frontera.