La fotografía es uno de los mejores inventos de la humanidad. Es una máquina del tiempo asequible para todo el mundo que permite volver al pasado en cualquier momento, recordar los mejores instantes y acariciar con tu mente los más valiosos, ser testigo del progreso o de que los cambios se producen y ya no puedes volver atrás. Y esto se aprecia mejor cuando contemplas imágenes que se tomaron hace un largo período de tiempo.
En este caso, la instantánea perpetuó para la historia a los componentes una de las cuadrillas de trabajadores que escavaban, con azada y pala, la cantera del “Chirri” – actual Parque de los Niños Saharaui- en la década central del pasado siglo XX. El material extraído se utilizaba en el tejar para la confección de la materia prima (barro) destinado a la fabricación de ladrillos. Si atendemos al nombre que aparece en la puerta del camión de acarreo, ese tejar pudo ser el de Paco Luque “Gueneón”.