Diego Igeño

Estos días hemos consultado los datos que reflejan la buena aceptación de Aguilar Digital entre los lectores durante el mes de junio: 7349 visitantes distintos y 20557 visitas. Las cifras hablan por sí solas, pero, en todo caso, no hacen sino certificar algo que ya teníamos constatado desde el minuto cero de nuestra andanza hace ya once años. Nuestro periódico digital cubrió en su momento un déficit importante habido en Aguilar de la Frontera: el de la información. Decidimos, en una apuesta sin precedentes, descartar el tradicional formato en papel para aventurarnos en la inmediatez de la red. Y verdaderamente el reto contó desde el principio con el beneplácito del público, a quien indudablemente iba destinado nuestro trabajo. Descubrimos, eso sí, gracias a los entresijos de la informática que quienes se conectaban lo hacían desde todos los rincones del planeta. Sí, digo bien, del planeta. Constatamos sorprendidos cómo Aguilar Digital había trascendido las fronteras nacionales para llegar a todas partes. Esa aceptación también la pudimos ver a través de correos y de testimonios personales, algunos de los cuales nos indicaban que nuestro medio les había llevado a una íntima conexión con las cosas de un pueblo que desde la lejanía añoraban continuamente.
Aguilar Digital se asoma a la información de los hechos aquí sucedidos. Por sus páginas desfilan noticias de toda índole, de todo cuanto acontece en el municipio: sucesos, mundo cofrade, cultura, obras, festejos, deportes… Pero como no sólo de información vive el hombre -y/o la mujer-, incluimos desde el principio secciones que gozaron del favor del lector: imágenes vividas, artículos sobre la historia de la localidad y de sus calles, fotos denuncia, etc. Insertamos, también, numerosos artículos de opinión de plumas que observaban la realidad desde puntos de vista propios e independientes y que enriquecían el bagaje de lo ofrecido.
He utilizado conscientemente líneas atrás palabras como periódico, información, noticias, medio… Porque, ¿a alguien le cabe duda de lo que somos? Por si acaso, vuelvo a subrayarlo: somos un periódico digital con contenidos varios y variados. He percibido en demasiadas ocasiones un desprecio y unos fuertes prejuicios hacia Aguilar Digital discutiéndonos, cuando no negándonos abiertamente, esa condición. El hecho de que detrás de nosotros no haya una empresa con ánimo de lucro sino una asociación de voluntarios (lo recalco), el hecho de que el diario no esté escrito por periodistas profesionales (aunque sí por quienes han mostrado suficiente bagaje literario), el hecho de tener un compromiso ideológico evidente (como todos los diarios a cualquier escala o ¿hay todavía quien se crea lo de la imparcialidad de los medios?) han permitido ciertos desplantes hacia nosotros absolutamente injustificables. Pero, bueno, da igual: seguimos a lo nuestro, a seguir creyendo en Aguilar, en apostar por la dinamización de su cultura a través del esfuerzo, a reivindicar una concepción progresista del país, de la sociedad. Y, sobre todo, a trabajar, trabajar, trabajar. Las cifras de quienes nos leen son razones más que suficientes para seguir creyendo en lo que somos.

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