
Existen muchas formas, y hoy día más que nunca, de anunciar cualquier evento que vaya a tener lugar en nuestro pueblo. Están las más clásicas como carteles y octavillas y las más novedosas como las redes sociales en toda su variedad. Pero hay una forma que nos resistimos a abandonar a pesar de ser una tortura para los animales y muchos de nuestros convecinos.Esa forma no es otra que los cohetes. Hace ya años, todo se celebraba con cohetes. Podía ser un arroz con cochino o un partido de fútbol, una feria, una boda o un día de fiesta de cualquier color o corriente. Por suerte, hoy en día nuestra sociedad ha evolucionado y ya sólo quedan los castillos de fuegos artificiales tan esperados y aplaudidos en todos los pueblos y ciudades como colofón a sus fiestas mayores y los cohetes que se tiran durante todo el año ya sea para anunciar una novena o una procesión. Pero a mí que me expliquen qué necesidad hay de estar todos los días tirando cohetes para anunciar algo que se hace todos los años y en las mismas fechas. Además, son cosas que se han anunciado anteriormente por las redes, con carteles y por el boca a boca. Todo el mundo sabe cuándo sale tal o cual procesión o cuándo es una novena. También disponen de muy buenos campanarios dotados de grandes campanas que llegan a oírse prácticamente en todo el pueblo. Está claro que el que no se entere es porque no le interesa porque, al fin y al cabo, ¿cuántos van a esos actos? ¿Irán 50 personas echándole por lo alto? No estoy muy ducha en matemáticas pero si somos unos 13.000 habitantes y después de tanto jaleo responden a ese llamamiento nada más que 50, no creo que sea justo molestar al resto de personas y maltratar a todos los animales.
Son numerosas las frases de la Biblia en las que se habla del maltrato animal. Dice que Dios los creó hermanos nuestros y no precisamente para maltratarlos. Así, dice “quien intencionadamente permite que uno de ellos sufra necesidades y no lo protege cuando es maltratado, está permitiendo este mal como si me lo hiciera a Mí, pues tal y como lo hayáis hecho en esta vida, así se hará con vosotros en la vida venidera” (Cap. 34). Otra cita dice: “el justo se preocupa por las necesidades de sus animales” (Proverbios 12:10). No veo razonable que si Dios dijo todo esto y estas personas creen en Dios a pies juntillas sigan y sigan maltratando un día tras otro a personas y animales. Flaco favor hacen a su religión cuando lo que les conviene lo sacan a relucir a bombo y platillo de manera ostentosa y de lo que no les conviene hacen caso omiso.
Así y todo, me gustaría hacerles un llamamiento a que sean más coherentes y cuiden todo lo que hacen y hablan. No se puede ser ángel y demonio al mismo tiempo según me convenga. Mirad al prójimo y pensad que es una persona igual que vosotros que, a lo mejor, piensa todo lo contrario a vosotros pero que, si es verdad que Dios nos creó a todos a su imagen y semejanza, seguro que no lo puso ahí para que fuera torturado sino para enseñarnos que tenemos que convivir y respetarnos todos.
Por favor, dejad de tirar cohetes y maltratar a animales y personas. Dios, si es verdad que existe, os lo premiará, seguro.
Martirio.