
Con las restricciones impuestas por la situación sanitaria, el calendario festivo de Aguilar va retomando pautas de normalidad y las convocatorias celebrativas se van reponiendo aun estando condicionadas por la epidemia. Así, y después de haber vivido una Navidad dentro de la “normalidad”, esta tarde ha acontecido la tradicional fogata de la Candelaria en la Plaza de San José.
Aguilar vive las dos vertientes de esta fiesta: la religiosa en torno a la imagen de la Virgen de la Candelaria, que es procesionada por su barrio, y la profana, que astronómicamente coincide con la prolongación de las horas de luz, o alargamiento del día, en nuestro hemisferio y que se representa en la procesión de los faroles que los niños realizan en los colegios para alimentar la lumbre que arde en la Plaza de San José.
Este año, y a pesar de que las circunstancias no han permitido formar las comitivas de faroles de los distintos colegios, han sido muchísimos los niños que han acudido a la Plaza para cumplir con el rito y preservar así la tradición. Todo ello en el 2 de febrero, que es la fecha de esta fiesta, que engarza con la de San Blas, que celebramos mañana con las tradicionales roscas y bulilis.
La alcaldesa, Carmen Flores, ha señalado el encendido de la candela animando a todos a participar en esta fiesta, y recordando la intención que tiene el ayuntamiento, cuando las condiciones lo permitan, de recuperar esta costumbre por los distintos barrios con el encendido de varias hogueras, con bailes, comida y bebida alrededor.


