
El Jueves Santo, 8 de abril de 1993, volvía a procesionar desde la iglesia de la Vera Cruz la Virgen de los Remedios tras casi dos décadas de haberlo hecho desde la parroquia del Carmen por encontrarse en ruinas la vieja ermita del Llano de la Cruz.
Era hermano mayor Francisco Córdoba Reina, y ante la imposibilidad de que el palio de la Virgen saliese por la puerta principal del templo, hubo que adaptar el portillo existente en la calle Ancha.
Ese año la cofradía recuperó su primitivo título de Hermandad de la Vera Cruz y procesionó también la imagen del Cristo de la Sangre (cedido por las monjas carmelitas), con la idea de incorporar al año siguiente a la imagen del Cristo del Calvario.
Como documento gráfico, la fotografía paró el tiempo en el momento mismo en el que la imagen del Nazareno carmelita entraba en el Llano de la Cruz y la Virgen acababa de traspasar la nueva puerta, que se encontraba aun en obras, dando inicio a una jornada histórica de la Semana Santa de Aguilar de la Frontera.