
Mayo inaugura el tiempo de las hermandades y cofradías de Gloria, y como antesala del mismo se celebra, desde hace veinticuatro años, una proclama que anuncia y enaltece la llegada de los cultos y procesiones que estas instituciones religiosas dedican a sus sagrados titulares.
A modo de lo que ocurre al inicio de la Cuaresma, en la época en la que adquieren especial protagonismo las cofradías letíficas, es el denominado Pregón de las Glorias, quien emplaza a los cofrades a vivir y participar en las distintas convocatorias que acontecerán desde mayo a febrero, periodo en el que más de una docena de cofradías celebrarán sus actos cultuales y también, la mayoría de ellas, sus salidas procesionales.
En esta ocasión, ha ocupado la catedra del presbiterio carmelita, en su condición de pregonero de las Glorias, José Galisteo Martínez, quien fue presentado por Gonzalo Pérez Ávila. Tal como se auguraba por la trayectoria que atesora el pregonero, este cumplió su cometido con un texto de excelente calidad y una expresiva disertación, que motivo el que fuese interrumpido con aplausos en varios pasajes del pregón.
Pepe nos ofreció un contenido cargado de teleología y devoción mariana, y también de referencias a la dilatada trayectoria devocional que atesoran estas imágenes y sus cofradías, y las vicisitudes que han superado en su devenir histórico. Todo ello, condimentado con algunos escogidos versos, dedicados a la Patrona, a la Virgen de Fátima, a la Virgen de la Antigua o a la del Carmen, que enaltecieron aún más los sentimientos que despierta en el pregonero estas imágenes de la Virgen.
Un pregón, pues, que rayó en la excelencia tanto en su vertiente literaria como en la oral, ya que Pepe Galisteo demostró con su loa que un buen pregón necesita, no solo de un buen texto, sino también de un gran orador, y en el pregonero de las Glorias de este 2022, se han cumplido esas dos máximas.
