
Tal como se había avisado por los servicios meteorológicos, la tarde de este martes sería propicia para asistir a uno de los fenómenos atmosféricos más conocidos-y también temidos- como son las tormentas. Esta tarde hemos asistido a un episodio que nos ha dejado imágenes curiosas como las que ofrecía el horizonte el cerro de la Torre cubierto por un gran nubarrón tormentoso. Ante esta visión nos surge una pregunta para la que hemos buscado respuesta ¿Porqué las tormentas son siempre por la tarde o la noche?
Dicen los entendidos que las nubes que se están formando sobre nuestras cabezas en estos días reciben el nombre de convectivas, y generan lluvias de convección. Deben su nombre a la manera en que se forman: en zonas llanas o con pequeñas irregularidades topográficas, aire húmedo y cálido experimenta una ascensión convectiva debido a un calentamiento local previo. Las nubes resultantes reciben el nombre de cumulonimbos, y suelen dar lugar a lluvias intensas en el momento en que se superan determinados valores de presión y temperatura.
Pero, ¿por qué rompen a llover y a tronar por la tarde? Es entonces cuando la radiación solar ha calentado lo suficiente durante el día la superficie para provocar la ascensión de estas masas de aire, y gracias a su máximo desarrollo y velocidad de formación a partir de entonces, se genera un enfriamiento que da pie a la formación de las nubes en desarrollo vertical y a una posterior condensación que deriva en precipitaciones.
Expertos en meteorología suelen llamar a estas nubes convectivas como nubes de ‘evolución diurna’, ya que es durante la mañana y los primeros rayos del sol cuando empiezan a formarse, crecen al mediodía y alcanzan su apogeo por la tarde. «Es entonces cuando se han desarrollado lo suficiente como para dar lugar a tormentas».