Fueron años duros donde la miseria habitaba en los zaguanes de las casas de vecinos, arreciaba el hambre y los piojos escalaban por las desconchadas paredes de los patios y corrales; años de papel de traza y cartillas de racionamiento: se freía sin aceite, se hacían pucheros únicamente con huesos y hasta tortillas sin huevo; años de quinqueles humeantes en las habitaciones, de trabajo duro y poco jornal; años de guisos de pocas papas y mucho caldo. Tiempos del estraperlo alimenticio y moral.

Y en la memoria de esos años quedaron los recuerdos de una infancia entumecida por los rezos y plegarias coreadas en las celebérrimas primeras comuniones organizadas en la iglesia del Hospital por las monjas, con sor Modesta a la cabeza, y como oficiante el “glorioso” don Julián. De maestro de ritos un viejo y malhumorado sacristán, defensor del Ave María, que repartía  pan y chocolate a los niños comulgantes tras concluir la ceremonia.  

Compartir:

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on whatsapp
WhatsApp

Entradas relacionadas

Imágenes Vividas (754)

Encomio la buena idea que se tuvo de recuperar las coplas antiguas y sobre todo que se nos facilítese escucharlas «al natural» en voz de las personas mayores que las

Imágenes Vividas (753)

Medio siglo atrás, cuando aun las fotografías se realizaban en blanco y negro, se tomó esta instantánea de uno de los equipos del fútbol del colegio de los Oblatos en

Imágenes Vividas (752)

La colección de fotografías dedicadas al fútbol local en los años ochenta es muy numerosa, pero no por ello pierden interés estas instantáneas que denotan la gran afición que suscitaban

Imágenes Vividas (751)

En la década de los setenta y ochenta, la chiquillería era totalmente diferente a la actual, como no podía ser de otra manera. Eran los años en los que los