
Una vez despejado el enigma que suscitó la curiosidad de los viandantes que circulaban por el enclave de la “fuente de los pisos” al contemplar los dos “fantasmas” de velo rojo que aparecieron junto a la citada fuente en la mañana de ayer sábado, podemos asegurar que no se trataba de espectros ni de mujeres con burkas de colores, si no de dos magnificas obras de arte realizadas por el joven escultor aguilarense, Manolo Jiménez, que representan a dos adolescentes que, camino de las escuelas o institutos próximos, se acercan hasta la fuente para contemplar unos gorriones o dar el último repaso a la lectura de un libro.
De esta forma se ha querido significar la importancia que ha tenido este enclave urbano para las generaciones de niños y niñas, adolescentes y jóvenes, que durante su etapa de aprendizaje educativo y formativo pasaron a diario por este punto neurálgico de la Barriada del Carmen. Entre esos niños estuvo el propio Manuel Jiménez, quien, concluidos sus estudios en Bellas Artes, ha plasmado esas vivencias personales en una obra de gran belleza y calidad artística, con la que sin duda ha dejado una huella importante en el patrimonio y embellecimiento de nuestro pueblo.