La Virgen regresa y pone fin a una romería marcada por el calor

Con las últimas luces del día de este segundo domingo de junio, ha regresado al pueblo la alegre y colorista comitiva que acompaña a la Virgen de los Remedios en sus dos jornadas de estancia en la Fuente Don Marcelo. El cansancio y agotamiento se hacía evidente en los componentes de las hermandades romeras que, prácticamente desde la noche del viernes, viven intensamente esta celebración cargada de actos lúdicos y de culto religioso. 

Se pone punto y final así a una ansiada romería que se esperaba con anhelo por los romeros tras los dos años de suspensión, y que ha tenido sus momentos más fervorosos durante la procesión extraordinaria de la Virgen por el real, a media noche de ayer sábado. Por lo demás, las ceremonias y actos han discurrido sin novedades resaltables, tanto en los dos caminos, ida y vuelta, como durante la estancia de la Virgen en el Santuario.

Cabría resaltar, esos sí, el tórrido calor que se ha soportado, que ha fatigado sobremanera a quienes han desafiado a la calina haciendo el camino andando y durante la propia estancia en el paraje del Molino de la Tres Piedras – aunque durante la noche fue mucho más llevadero-. A casusa del calor se han registrado algunas incidencias sanitarias, que por suerte no tuvieron mayor repercusión.

Este factor, junto a otros, ha podido ser determinante para que la presencia de personas en la romería, tanto de mayores como de  jóvenes, haya sido sensiblemente menor a las de los últimos tiempos, y sin parangón con lo que fueron las romerías de los años ochenta y noventa del pasado siglo XX. Una cuestión que sin duda requiere de un análisis serio y sereno por parte de la cofradía matriz y hermandades romeras, y en el que también debe aportar su sentir otras entidades involucradas en la organización y celebración de la Romería.

Foto portada: Jesús Prieto Moreno.  

    

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