Lo lógico sería pensar que si otro Mundo es posible, otra Iglesia debería ser posible. O dicho de otro modo, es imposible cambiar el Mundo sin cambiar una institución tan poderosa y extendida como lo es la Iglesia. Por suerte, parece que en ciertos lugares se están empezando a dar pasos hacia adelante.

La foto que ilustra el artículo está tomada en una iglesia de la República Democrática Alemana, en concreto en Baviera, o Bayern en alemán, uno de los estados federados de Alemania que está ubicado en la parte sureste del país y que es el de mayor extensión de toda Alemania. Y no, allí no gobiernan social comunistas bolivarianos drogados de ideología de género como deben estar pensando algunos malpensados. Allí gobierna la CDU, cuyo equivalente en España es el Partido Popular.
La Iglesia Católica Alemana acoge a cualquier forma de amor y/o relación humana. De hecho, desafiaron al Vaticano el año pasado bendiciendo a parejas homosexuales. Y es así, sólo así, con valentía, desafiando lo establecido, como las cosas empiezan a cambiar. Esas personas valientes que se arriesgan primero son los verdaderos héroes y heroínas de todo cambio social, político o religioso.
Ojalá cada vez más iglesias sigan el camino de Baviera. Ojalá la Iglesia de Aguilar sea la próxima. Si es así, tendrán a su lado y en sus parroquias a mucha más gente de la que se imaginan.
