La tradición se convierte en cita ineludible en Aguilar, y en la noche de la festividad de la Virgen Carmelita ha quedado demostrado. El pueblo se echaba a la calle al atardecer del 16 julio para contemplar a la titular de la parroquia del Carmen recorriendo la feligresía.
La Patrona de los marineros salía del templo con media hora de retraso, pasadas las 21:30 horas, por la extensión de la Función Principal que se había celebrado justo antes.
La belleza de la Virgen del Carmen destacaba desde su aparición en el dintel de la puerta, entronizada en su paso plateado con el hábito Carmelitano, manto blanco bordado en oro y un exquisito exorno floral.
Como es costumbre antigua, iba tras el paso de la Virgen la Banda de Música Municipal, que ha interpretado durante el recorrido un exquisito repertorio de marchas clásicas y también algunas de tinte localista, como es el himno de la Patrona, Santa María del Soterraño.
La flor del Monte Carmelo estuvo durante casi 3 horas en la calle visitando enclaves clásicos de su recorrido, aunque este año con la novedad de haberlo realizado a la inversa de la forma tradicional. Una invención que requerirá, sin dada, de un análisis sosegado que valore los pros y los contras ocasionados.