
Autor: Rafael Espino Navarro.
JOSÉ MARÍA DE CIRIA LÓPEZ (1898-1936)
» … a empujones nos acaban de sacar del patio a Antonio y a mí. Entraron dos guardias civiles armados abriéndose paso entre la famélica muchedumbre que aquí permanecemos hacinados en las peores condiciones humanas posibles.»
Quince días llevo aquí, desde que el pasado día 19 de julio me detuviera la Guardia Civil en el interior del Gobierno Civil.
No he podido hablar con nadie de fuera. No sabemos nada. Ayer un nuevo preso de Aguilar de la Frontera me reconoció y me dijo que habían fusilado hace dos días al alcalde, Mi tocayo y buen amigo José María León.
Sólo pienso en mi madre. En Vitoria estará muy preocupada. Sin noticias mías …
Nada sabe de mí desde la última vez que hablé con ella. Mis hermanas tampoco.
… en el camión que nos lleva al Cuartel del Marrubial he de confesarlo…tengo miedo por mí vida.
Se que nos llevan a la muerte. A una muerte segura.
Llevan semanas asesinando a cientos de personas.
Cascajo ha firmado personalmente la orden de traslado y esto no pinta nada bien.
¡No se lo que querrá de mí.!
Uno de los guardias civiles de la pareja que me ha traído me lo dijo al maniatarme.
Puede que no vea otro amanecer. Tengo miedo. No quiero morir todavía. Sólo tengo 38 años.
No me quejo. De nada me arrepiento. He tenido la vida que quise tener. He echo lo que tenía que hacer.
Se que mil y una vez más volvería a hacerlo.
Mi Pamplona… sus calles, mi infancia y niñez pasan ante mis recuerdos en un breve suspiro…
… mi padre, sus sabios consejos cuando estudiaba y vivíamos en Tenerife. El dolor de su pronta muerte y su funeral. El primer zarpazo de mi vida.
Mis hermanos… Ramón y Mariano, muertos en plena juventud. Militares. En África …
Vidas entregadas por España.
Don Antonio. Antonio Jaén, magnífico amigo del que fui su secretario en Málaga, ¿que habrá sido de él?
Mi madre, Mi anciana madre. Mis hermanas… que será de ellas.
Que dolor más grande cuando sepan de mi muerte.
Estoy tan lejos… y ahora tan cerca de ellas…
Golpeado e interrogado en el Marrubial me han comunicado que voy a morír. Lo sabía.
La pasada noche los disparos no cesaron.
Cada ráfaga cegaba decenas de vidas inocentes .
Ya llegó la hora. Vienen a por nosotros.
Es 4 de agosto.
Moriré como viví. Valiente.
Con la cabeza alta. Mirando al pelotón de ejecución.
No en vano … soy un Ciria. Por mi cuerpo corre sangre de españoles que entregaron su vida por España desde hace más de dos siglos.
Hoy me toca a mi.
En nombre de España me la arrebatan.
Desde mi profesión de abogado he dedicado mi vida a la defensa de lo que siempre creí justo.
Muero libre.
¡¡ Viva la República!!