
Una curiosa retrospectiva del Llano de las Coronadas nos remite en el tiempo a las primeras décadas del pasado siglo XX, y más concretamente al año 1924, en el que se pudo tomar esta bella panorámica del emblemático paseo, en la que resalta el añorado “banco de Carbonell”, que constituyó un referente emotivo para varias generaciones de aguilarenses tras su desaparición en los años ochenta.
Hay que recordar que el amplio espacio que ocupa el perímetro ajardinado fue el solar del desaparecido convento de las clarisas de Aguilar, al que estaba adosado la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción Coronada, cuyos cimientos ocupa desde 1974 el bloque de pisos existentes en este lugar. Fue en 1916 cuando se allana el terreno y se acomete el primer ajardinamiento del espacio, por lo que la masa alborea y arriates que aparece en la fotografía son los originarios.
Fotografía cedida por Rafael Pino Sol