A mediados de la década central del pasado siglo XX, la hasta entonces ermita o iglesia del Cristo de la Salud, fue erigida como tercera parroquia de Aguilar, siendo la primera el Soterraño y la segunda el Carmen, lo que dio pie a que en ella se pudiesen otorgar distintos sacramentos, como el Bautismo y la Primera Comunión, que estaban reservados a templos con esa condición.
Fue su primer párroco, don Joaquín Santiago Rojas, y, a partir de 1955, las catequistas del pueblo iniciaron las clases de religión para los primeros niños y niñas que recibieron el sacramento en este templo, tal como muestra esta añeja fotografía, en la que aparece todo el grupo de comulgantes y las instructoras junto al párroco y algunas mujeres mayores del barrio.
La instantánea fue tomada en el patio de la parroquia, junto a los ventanales de la escuela que se había habilitado en las dependencias anexas al templo. Tan solo uno de los niños viste el traje característico de esta ceremonia, lo que evidencia que, en aquellos difíciles años, era todo un lujo para las familias más menesterosas el poder adquirir dicha prenda, por lo que, si no contaban con quien se la emprestase, los niños realizaban este rito con la ropa de ordinario más “decente” que tenían.