Custodio, protector de la diversidad por Rafa Ríos

El proyecto Custodio, protector de la diversidad, de Rafa Ríos, cuya marca artística es Dildo con bigote, se está llevando a cabo este fin de semana en Córdoba coincidiendo con San Rafael.

Trata de coger la iconografía cordobesa, teniendo en referencia el arte del maestro cordobés Julio Romero de Torres y su icónico cuadro de San Rafael, para transmitir un mensaje de lucha, defensa y reivindicación por la libertad del colectivo LGTBIQ+ en la ciudad cordobesa.

Rafa Ríos, Dildo con bigote, ha creado una de un arcángel protector de la diversidad, donde emplea disciplinas como la fotografía, el collage y la intervención. En el proyecto han participado otros tres artistas cordobeses: José Rabasco, Josemi Ortiz y Julio Muñoz.

La instalación artística consiste en una imagen impresa en lonas, con las que ha cubierto algunos balcones del casco antiguo y donde un código QR te dirige a la web donde se explica el proyecto.

Según comenta la historiadora del arte Ángela (@perezandaluza) siguiendo la línea tradicional de la figura de San Rafael y la representación de Julio Romero de Torres «@dildoconbigote ha querido mostrar un arcángel custodio de la protección de la diversidad, representado en la figura del bailarín José Rabasco, junto con el estilismo a cargo de Josemi Ortiz, que juega con los estereotipos femeninos y masculinos llevándolo a un punto más queer, con elementos como el maquillaje, un corsé o el calzado, una sandalia romana con cuerdas que reinterpretan la bandera del Orgullo. El liguero empleado por los viajeros para recoger sus ropas es aquí una bandera que sujeta una castañuela, otro símbolo vinculado con la tradición por el folklore. «

Por otra parte, según explica en detalle la historiadora, las figuras que acompañan el escudo a los pies aluden a personas desvinculadas de los cánones normativos. Por último, como escudo y efigie de lo femenino, la vulva y el pan, como alusiones tradicionales al “Origen del mundo” de Courbet. La tiara reinterpreta a la omnipresente Mezquita omeya, un icono artístico cordobés que se suma a ese mensaje de tradición y evolución, además del cayado, aquí cambiado por el famoso “jarrillo lata” y la caña para regar nuestros patios. El pez es una trucha, en alusión al vulgarismo que se suele emplear de manera despectiva hacia el colectivo gay, pero re-apropiado para la ocasión.

 Una imagen que refleja donde la tradición y la actualidad conviven, que muestra la diversidad social en la que vivimos y un ejercicio triple de visibilidad, reivindicación y respeto hacia el colectivo LGTBIQ+, así como la necesidad de reivindicarlo a día de hoy.  @mundiario

Gema Albornoz

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