
La primera celebración navideña en la que se montó un belén para la conmemoración del nacimiento de Jesucristo fue en la Nochebuena de 1223, realizado por san Francisco de Asís, en una cueva próxima a la ermita de Greccio (Italia). Nacía así una tradición que ha perdurado hasta nuestros días, y que, tal como muestra esta bonita fotografía de las primeras décadas del siglo XX, era conmemorado por el colegio de la Milagrosa que regentaban las monjas del Hospital de la Caridad de Aguilar.