
Además, el sol de tormenta ofrece una de las luces más maravillosas que existe. Una vez ha pasado la oscuridad, la lluvia y las tinieblas que dejaron caer las nubes del cielo, la tierra huele a humedad, el calor pica sobre tus hombros, y tú miras feliz hacia el horizonte, porque has sobrevivido al mal tiempo, y ahora disfrutas de un día esplendoroso.
Lo cierto es que cuando se está en medio de la tormenta, uno solo quiere escapar de ahí, y pensar que el sol volverá a salir se hace difícil de creer.
No hay consejo que nos ayude a sentir mejor, solo queda tener paciencia, no resistirse a las dificultades y sobre todo dejar fluir nuestra respiración y observarla atentamente mientras sale y se disuelve.
Lentamente irás recuperando tu equilibrio y sin darte cuenta un día estarás viendo el sol y el camino a seguir se encontrará frente a ti.
De la misma forma que sabemos que el día sucede a la noche aprenderás que al final del túnel siempre hay luz, que después de la tormenta siempre sale el sol y después del fracaso o sufrimiento viene la calma y una y otra vez … sgg.
La vida es un continuum…