Bonita y curiosa toma fotográfica de la calle Don Teodoro, fechada en este año del 2023, en el que se cumple el 75 Aniversario del primer Miércoles Santo en el que la cofradía e imagen de Jesús Caído discurrió por este lugar para acceder a la Plaza de San José; hecho que aconteció en 1948, originándose así una de las estampas más conocidas y populares de la Semana Santa de Aguilar de la Frontera.
Corría el año 1810 cuando se delimita la calle que uniría los dos monumento civiles más emblemáticos de Aguilar (Torre y Plaza) y desde ese año ha mantenido inalterable la nomenclatura originaria, que responde al nombre de Don Teodoro Escobar y Núñez.
CALLE DON TEODORO: Teodoro Escobar y Núñez fue uno de los principales impulsores del proyecto de construcción del recinto de la Plaza de San José. Pudo nacer este personaje en la ciudad de Lucena, a cuya Real Academia perteneció. Ejerció de médico en varias poblaciones de la provincia, entre ellas Castro del Río y Aguilar de la Frontera. En la primera aparece avecindado en 1784, fechándose los primeros datos que acreditan su estancia en Aguilar en 1789, residiendo dicho año en la calle Santa Brígida. Por esas fechas contaba con treinta años de edad, estaba casado, y no tenía descendencia[8]. Fue médico titular de la villa, y como tal aparece en 1804, solicitando un aumento de sueldo[9]. Ejerció también como inspector de sanidad de Aguilar, y además, fue síndico del Ayuntamiento, cargo desde el que participó, junto con el corregidor Pedro Antonio González de Canales y el maestro de obras Francisco de Paula Ruiz, en la construcción de la Plaza de San José.
Hemos documentado su autoría sobre una publicación titulada “DISERTACION HIDRAULICO-CHIMICO-MEDICA SOBRE EL ORIGEN, NATURALEZA, efectos, virtudes y uso de las aguas del Baño del Horcajo en el término de la CIUDAD DE LUCENA”. La obra fue editada en 1784 cuando Teodoro Escobar ejercía de médico titular en la villa de Castro del Río por la Real Sociedad Laboriosa de Lucena, y en ella se recoge el estudio que presentó para su ingreso en dicha Sociedad.
Prueba de la ilustración que tuvo este personaje hemos documentado también su aportación a otros trabajos como: una obra de Juan García Carnero, editada en Granada en 1803, titulada: “Tratado de la Fiebre y sus principales diferencias, coordinado corregido e ilustrado con notas, adiciones y suplementos por Don Teodoro Escobar y Núñez” [11].
Desconocemos que hechos meritorios, además de los reseñados, adornaron la vida y obra de este médico para merecer que su nombre rotulase una de las cuatro calles de acceso al recinto ochavado. Sin duda, en ello debió influir su probada participación y protagonismo en dicho proyecto arquitectónico, además de su temprano fallecimiento, ocurrido en el año inmediato a la conclusión de las obras, ya que hemos documentado su defunción en los primeros meses de 1814[12].
