Foto Curiosa: historia del Barrio Bajo

La escasez de agua que padecía el pueblo en 1877 motivó al Ayuntamiento para indagar en estas tierras y buscar los antiguos manantiales existentes, con la pretensión de incrementar el suministro a los vecinos del Barrio Bajo y al pueblo en general. Los ediles determinaron crear una comisión que agilizase el trámite para ejecutar el proyecto: El Ayuntamiento acuerda oficiar a la Comisión de Aguas para que si lo estima conveniente se explorase el sitio llamado Huerta de la Salud donde antiguamente existían grandes manantiales de agua potable que pudieran haberse profundizado por la sequía de años anteriores . 

Con antelación a este hecho se data la existencia en estas tierras de una fuente más primitiva, que llegó a conocerse también como “La Fuentecita”, pudiendo tratarse de la que documentaremos más adelante con el apelativo de Fuente de Huerta Nueva.     

I.2.2. La Fuente de Huerta Nueva

Ramírez de las Casas-Deza recoge en su Corografía Histórico-Estadística de la Provincia de Córdoba, fechada en 1842, que en las inmediaciones del casco urbano de Aguilar existían 7 fuentes: la de las Piedras, La Fuentecita, la del Aceituno, la del Alhamil, la Fuente Nueva, otra por debajo de la anterior y la de la Membrilla.

La fuente que señala este autor como Fuentecita  pudo ser la misma que aparece citada posteriormente en los legajos como Fuente de Huerta Nueva y de cuyas aguas y veneros se surtió la construida en 1885 por José María Ruiz Carretero, llamada Fuente de la Salud, aunque popularmente se le conoció y conoce en el acervo popular con la denominación “La Fuentecita”.

No podemos precisar con exactitud la ubicación geográfica que tuvo la Fuente de Huerta Nueva. Todo indica que se localizaba cercana al camino que subía desde el cruce de las calles Concepción y San Cristóbal a la Membrilla. El aprovechamiento de su sobrante de agua originó la construcción de una nueva fuente, tal como indica la concesión que hizo el Ayuntamiento al promotor de la misma:

Seguidamente se dio cuenta de un escrito producido por Don José María Ruiz Carretero, de estos vecinos, solicitando la concesión del sobrante de aguas de la fuente llamada de Huerta Nueva. Enterado el Ayuntamiento, vistas las proposiciones presentadas por el interesado y considerando aceptables las mismas para los intereses de este vecindario, por unanimidad acuerda acceder a su pretensión sujetándose a las siguientes condiciones:

1ª El peticionario cederá en beneficio del público y en terreno de su propiedad una porción del mismo que constituya dieciocho varas cuadradas, con tres de anchura y seis de longitud, al objeto de construir en él nueva fuente, cuya obra se llevará a cabo a expensas del interesado.

2ª El mismo ha de obligarse a levantar a sus expensas un muro que divida el terreno cedido y el corralón de su propiedad, con la extensión de cuarenta y ocho varas cuadradas.

3ª A poner, a su costa, un pedestal de una vara de alto y a colocar sobre el mismo una taza de tres y media cuarta de largo por tres de ancho que será la que reciba las aguas de los caños que se coloquen en el frontal de referida fuente y cuyas piezas serán todas ellas de piedra de jaspe pulimentado.

4ª También se obligará a construir a sus expensas el empiedro de chinos del terreno cedido a favor del público; así como a cubrir la zanja y cañería que ha de abrirse y construir por cuenta de la Corporación para la traída del caudal de aguas de la referida fuente.

5ª Por último, el peticionario ha de obligarse a costear de su cuenta los desperfectos y descomposición de la nueva cañería que se construya, desde el trayecto donde hoy se haya colocada la fuente hasta el nuevo pilar que ha de formar . 

Tras conocer las condiciones impuestas, cabe teorizar que la construcción de la nueva fuente no supuso la desaparición de la antigua, llamada de Huerta Nueva, que pudo mantenerse durante algún tiempo más en su emplazamiento originario.

I.2.3. La construcción de la Fuente de la Salud.

Fue la iniciativa de José María Ruiz Carretero la que revirtió el sobrante de agua de la Fuente de Huerta Nueva hacia los surtidores de una nueva fuente, que se situó por debajo de la primera y a la que se le otorgó el nombre de Fuente de la Salud . Como refrendan  los documentos, la nueva fuente fue de gran uso y provecho para los vecinos de la zona . La autorización para construirla se otorgó en septiembre de 1885, concluyéndose las obras poco tiempo después, tal como acredita el texto de la piedra labrada del frontal que aún se conserva.  

                                                   Año de 1885

                                        FUENTE DE LA SALUD

                 Construida bajo la dirección del Perito Municipal           

                                           Rafael Llamas Zafra

                            Siendo alcalde de la Ciudad de Aguilar      

                                          Franº  Franco Luque

Los trabajos efectuados para construir la nueva fuente no estuvieron exentos de problemas que turbaron la gestión del alcalde Francisco Franco Luque, quien regía los destinos del pueblo en ese tiempo. Trabas en las labores de instalación de los conductos que canalizaban las aguas y cuyas obras causaron daños a los terrenos colindantes, provocaron que sus dueños elevaran quejas al Ayuntamiento en febrero de 1886:

Acto seguido se dio cuenta de un escrito producido por D. Luís Maldonado y Luque de éstos vecino, manifestando que había construido este Ayuntamiento las cañerías de una fuente instalada en el cercado de D. José María Ruiz Carretero y pasando dichas cañerías por una casa de su propiedad, al sitio de la Huerta Nueva, el que habla no puede consentir la servidumbre de acueducto, a menos que no se le indemnicen en lo futuro los perjuicios y desperfectos que  puedan ocasionársele en su propiedad, enterado el Ayuntamiento, por unanimidad acuerda: estimar en justicia las razones expuestas por el interesado, consignando, que en el porvenir debe de indemnizarle cuales quiera daños o perjuicios que por la recomposición de dichas cañerías puedan ocasionársele en su propiedad .       

Poco tiempo después se presentaba la primera reclamación oficial por estos hechos. Demanda que fue atendida por el Ayuntamiento el día 29 de julio, acordando colocar nuevas cañerías -en esta ocasión de hierro- para paliar los perjuicios que se habían ocasionado a la finca de D. Luis Maldonado Luque: […] enterado el Ayuntamiento y considerando que el peticionario pide su justicia, se acuerda la reforma inmediata colocando en todo el trayecto tubos de hierro que impidan en lo sucesivo las roturas y filtraciones que produce la que hoy tiene de atanores de barro .             

En su lugar originario se mantuvo la Fuente de la Salud durante lo que restó de la centuria decimonónica, aunque al finalizar el siglo su caudal fue mermando hasta llegar a desaparecer. Conocemos que en 1891 se gastaron 165 pesetas en algunos reparos efectuados por el maestro de obras municipal Rafael Llamas. Esta precariedad indujo a los vecinos a reivindicar insistentemente su mejora y rehabilitación.

I.2.3.1 Reconstrucción de la Fuente de la Salud a principios del siglo XX     

Los problemas que originaba la carencia de agua en la cañería de la fuente debían ser irreversibles, ya que provocaron que se trasladase a un nuevo emplazamiento. Con anterioridad a dicha circunstancia se proyectaron unas obras de remodelación en el canalillo del agua, tal como señala el acta capitular de agosto de 1903:

 Así mismo se dio lectura de la urgente comunicación del Señor Gobernador Civil, que copiada a la letra dice “Visto el expediente instruido por ese Ayuntamiento para la exención de subasta en las obras de traída de agua a la fuente pública de la Salud y resultando que el Ayuntamiento con fecha ocho de Agosto último, acordó en atención al informe verbal del ingeniero de caminos don José Soriano, se proceda por dicho Sr. al estudio parcial de las obras para la conducción de agua a la Fuente de la Salud, procedente de un venero que hoy se haya casi agotado o perdido, cuyo acuerdo fue puesto en conocimiento de dicho señor por la misma fecha.

Resultando que con fecha catorce del mismo mes el señor Ingeniero hizo entrega del plano, presupuesto y memoria definitiva y facultativa, así como del proyecto de explotación y reconstrucción de la conducción de aguas de la referida fuente, acordando el Ayuntamiento el diez y siete de Agosto último y en vista del informe del ingeniero autorizar al Alcalde para que dentro del proyecto y presupuesto haga lo que en la misma se menciona, si no hay otras obligaciones que cumplir por el municipio con paso preferente y que tenga responsabilidad el mismo.

 Resultando que con treinta y uno de Agosto último se presenta una manifestación del vecindario del barrio llamado de San Cristóbal, pidiendo se lleve a efecto la obra de la fuente pública que surte de agua a dicho barrio, haciendo entrega al Alcalde de una instancia en el expresado sentido, firmada por varios vecinos .

Como refleja el texto, el apremio de los vecinos fue determinante para que se acometiesen las obras de reforma de la fuente. Una actuación cuya finalidad principal era aportarle el agua de un antiguo venero que existía en la zona. De esta forma se  desvinculaba de la antigua Fuente de Huerta Nueva, de cuyo sobrante de aguas se surtió originariamente. Un dato del libro Borrador de Cuentas de ese año acredita que los trabajos se habían ejecutado con la dirección técnica del maestro de obras municipal:

Pagado a Manuel Luque Valle, perito municipal de obras, por Administración de este Ayuntamiento, por el importe de los gastos causados en las obras de reparación, traída de agua y reforma de la Fuente de la Salud de esta ciudad, según acuerdo del Ayuntamiento, fecha del 31 de octubre anterior.  

El importe de las obras ascendió a 6.830 pesetas. Este elevado coste parece indicar que los reparos o reforma efectuada fueron de envergadura, aunque insuficientes, ya que, en 1906 -tres años después de realizadas las obras- se acordó cambiar de ubicación la fuente, situándola en el arcén contrario de la carretera, lugar donde se halla actualmente:

Así mismo por el Sr. Presidente se manifestó que habiéndose agotado las aguas de la Fuente de la Salud por consecuencia de la mala disposición en que esta se hallaba y defectos de la cañería, se hacía preciso asentar dicha fuente en la esquina de la calle San Cristóbal, para que las aguas puedan tener mayor ida, debiendo construirse al propio tiempo una cañería de tubos, por todo lo cual es conveniente se ordenase al perito municipal de obras de este Ayuntamiento presente un proyecto de éstas en la forma indicada. La Corporación acordó por unanimidad convertir en acuerdo lo expuesto por el señor alcalde respecto a este particular.          

Las trascendentales labores debieron concluirse con anterioridad al mes de septiembre de 1906, ya que en esa fecha se pagaron al contratista Rafael Castro Muñoz 1.998 pesetas, en concepto de obras realizadas en la Fuente de la Salud. Con toda probabilidad se trataba de los trabajos efectuados para cambiar la fuente de emplazamiento. A finales de 1908 se realizaron nuevas obras con un coste de 1.055 pesetas:

 A Don Manuel Jiménez Toro, rematante por subasta del servicio de ejecución de las obras de composición y reparación de las minas, cañerías y abrevadero de la Fuente de la Salud de esta ciudad, importe de su total remate de las obras que ha llevado a cabo en el mes actual conforme al oportuno contrato . 

Consta documentalmente que en 1912 se volvieron a realizar obras de  envergadura en la fuente. En marzo se pagó a Antonio Serrano Roldán 25 pesetas por una piedra labrada con destino a la Fuentecita y en septiembre se abonaron 4.445 al perito municipal D. Lorenzo Josende Córdoba, por los gastos causados con los reparos que se hicieron a la Fuente de la Salud y a la Fuente Nueva.

El alcance de las obras reseñadas se puede calibrar en el documento gráfico más antiguo que se conoce de esta fuente, fechado en 1929. En él se aprecia que el testero delantero donde se situaban los caños era nuevo y no conservaba ya el frontal originario, aunque sí parece reutilizado el pilón abrevadero, que pudo corresponder al que tuvo la fuente antigua.

I.2.3.2 El umbral urbano de la calle Fuentecita. 

Reconstruida la fuente y favorecido en parte por la nueva ubicación de esta, se delimitaron los primeros solares en el arcén de la carretera donde estuvo colocada la  fuente vieja. En esos terrenos se levantaron las casas que dieron origen a la calle Fuentecita. Las primeras se edificaron en los años iniciales del siglo XX.

 Los documentos gráficos de la época muestran la existencia de varias “bateas”  en el margen derecho de la carretera. La nomenclatura de la calle no aparece en los Padrones de Habitantes hasta varias décadas después, por lo que sus primeros moradores debieron censarse entre los vecinos de la colindante calle La Fuente.

El padrón de habitantes de 1940 registra por vez primera la nomenclatura de calle Fuentecita, acogiendo la vecindad de solo dos familias: la primera formada por Isabel Romero Rodríguez, viuda de 55 años, junto a sus hijos, y la segunda por Francisco Prieto Castro y Rosario Palma Pulido. En los años posteriores a la guerra civil se incrementó el número de casas, prolongándose así la única acera con la que contaba la calle. En el padrón de habitantes de 1952 aparece ya totalmente consolidada como vía urbana.

 I.2.3.3 La reforma de la Fuente de la Salud en los años centrales del siglo XX

El incremento del número de vecinos en el Barrio Bajo ocasionó una mayor demanda de agua para atender al consumo humano y el de los animales que transitaban por este lugar. Ese hecho motivó que se ejecutasen varias mejoras en la Fuente de la Salud en los años centrales del pasado siglo XX. Entre ellas cabe citar la de 1948, realizada tras urgir los vecinos del barrio al Ayuntamiento para que acometiese la ampliación del abrevadero:

Señores Gestores. De todos es conocida la necesidad de ampliar el pilón de la llamada “Fuentecita” por ser insuficiente el que existe en la actualidad como abrevadero para el ganado y caballerías que por aquel paraje circulan. Como todos saben se trata de la única fuente que hay en aquel populoso barrio, pues la llamada “Fuente de las Piedras”, a más de encontrarse a distancia del cruce que forma la calle Concepción y San Cristóbal con la carretera, paso forzado de aquellas calles, no reúne las condiciones suficientes para el abastecimiento del barrio bajo. Por ello propone a la Corporación estudie con interés el proyecto de ampliación del pilón y las demás obras necesarias en la misma . 

A raíz de esta solicitud se ejecutaron las obras para colocar un abrevadero de mayores dimensiones, además de mejorar la canalización de los veneros y la construcción de un nuevo frontal, etc. Durante las décadas siguientes se realizaron trabajos periódicos para solventar los problemas que originaba el uso continuo de la fuente por los vecinos. A principios de la década de 1950 “La Fuentecita” seguía constituyendo un lugar estratégico del Barrio Bajo, al abastecer de agua a los habitantes en esta zona del pueblo ante la esterilidad que mostraba la cercana Fuente de las Piedras. También adquirió relevancia este emplazamiento por delimitarse, junto a la fuente, el antiguo “Estadio Juan López”, feudo del Club Deportivo Aguilarense .

En las décadas centrales del siglo XX, la traída al pueblo del agua de Zóñar y su distribución por la red de tuberías que partía del depósito del Castillo, ocasionó el declive de las fuentes públicas. La Fuente de la Salud se vio afectada en la década de 1970 por el ensanche de la Carretera Nacional 331 a su paso por este lugar, lo que agravó aún más su ya precario estado de conservación.

En la década de 1980 se repone la fuente en su propio emplazamiento, empleándose para ello materiales de albañilería y enlucido de cemento y desapareciendo  los elementos de cantería que poseía la fuente antigua. Así se mantuvo hasta el 2016. Ese año se vuelve a reconstruir  y se encauza el venero, colocándose también el primitivo frontal de piedra -conservado por Antonio Gama Rosa- quien lo cedió para situarlo en la nueva fuente como vestigio de la antigüedad que atesora.

Fotos de Rafa Córdoba.

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