TAN SENCILLO COMO DECIR FLAMENCO.
Una vez más, una noche más, los duendes del cante hicieron acto de presencia en nuestro templo flamenco.
La presentación del cartel anunciador del cuadragésimo noveno festival de cante flamenco que organiza la peña cultural flamenca «Curro Malena», abrió de par en par las puertas de nuestro templo a la temporada de verano.
Lo vivido anoche en nuestro patio cordobés fue un auténtico IN MEMORIAM a Curro Malena. Y quien mejor para interpretar esta oda al flamenco que sangre de la misma sangre de quien él califica como tío curro.
Son noches de esas que se te quedan grabadas a fuego en la memoria. Noches únicas que solo los afortunados y apasionados de este arte saben el significado que tienen.
El público asistente amarrado a su silla y un silencio sepulcral, dieron buena cuenta de la importancia de saber escuchar el cante flamenco con el mayor de los respetos. Se creó un vínculo entre cantaor, guitarrista y personal asistente, que cerró la actuación con una ovación más que merecida hacia dos artistas que se vaciaron (literal) sobre el escenario de la Curro Malena. En noches así, sólo puedes y debes sumergirte en el cante, emborrachar te del arte que corretea por allí y rendirte a la evidencia y poderío del auténtico y puro flamenco.
José Olmo Carrasco. Un Lebrijano de pura cepa, sobrino de nuestro malogrado titular, afincado en El Cuervo, último pueblo de la provincia de Sevilla que linda con la provincia de Cádiz.
El despliegue y conocimiento flamenco que ha derramado José Olmo sobre el escenario de la Curro Malena, ha dejado sin palabras al respetable, que se ha rendido sin remisión al enorme arte ofrecido por este lebrijano que lo ha dado todo en un derroche de pureza, raza, voz y sapiencia flamenca.
Desde el inicio, con la malagueña de Enrique «el mellizo» y rematando por abandolas, para seguir por soleares, desde Alcalá hasta Triana, recordando esos cantes de Joaquín «el de la Paula», o su mismo tío Curro Malena, y terminar con un ramillete de fandangos recordando a Chocolate, Caracol, «el cabrero» Paco Toronjo o Curro Malena; dan muestra de la sabiduría, estudio y capacidad para desarrollar de manera ejemplar la interpretación perfecta. Así se canta.
La segunda mitad del acto ha sido la continuación perfecta, en la ortodoxia de los cantes realizados. Comenzaría por tonas rematando por martinetes. Siguió por Bamberas, continuó por seguirillas y como buen lebrijano y viniendo de ese triangulo del cante como son Lebrija, Utrera y Jerez; remató la faena por bulerias.
El público acabó rendido al arte y al cante del hasta hoy desconocido, José Olmo Carrasco.
Y si el cante lo ha puesto Lebrija, el toque lo traía Córdoba.
Juanjo León ha dejado boquiabiertos a los asistentes al acto. Un sonido perfecto, una técnica, soltura y limpieza en las notas, dignas de un maestro de la guitarra. A pesar de su corta edad, este guitarrista apunta muy alto y ha sido un placer para nuestro oídos, el poder disfrutar de su enorme arte.
Que buena antesala para el enorme cartel que disfrutaremos el próximo 29 de julio de 2023 dentro de este maravilloso templo del cante.
Al cante:
Ezequiel Benítez
José «el berenjeno»
Belén Vega
Raúl Alcantara » el Troya»
Al toque:
Alberto Lucena
Paco León
Al baile:
Macarena Colmenero y su grupo.
Enhorabuena a la directiva y su presidente a la cabeza, por el acto vivido esta pasada noche.
Ojalá el festival nos proporcione la misma dicha y satisfacción, que seguro que si.
Los amantes de este noble arte estamos de
enhorabuena.
Rafael Pino.