
Hasta principios de la década de 1960 la Feria Real de Aguilar se celebraba en el entonces denominado Paseo de la Membrilla, lindante con la fuente de este nombre, en cuyas inmediaciones se desarrollaba el Mercado de Ganados; que constituía ya el eje comercial de la celebración junto a la renta que obtenían los hosteleros que montaban o servían la repostería de las casetas que acogía el Real.
A ellas acudían grupos de amigos o familiares que vivían la Feria tanto en su versión diurna como nocturna. Eran tiempos en los que los juegos de cucañas y concursos constituían, junto a los conciertos y bailes de la Banda Municipal de Música, la oferta de ocio más anhelada por los lugareños y visitantes.
Un prototipo de esas casetas, muchas de ellas montadas por los casinos o bares del pueblo, nos la muestra esta bonita fotografía que refleja la amistad y camaradería que compartían los grupos de amigos que asistían al popular festejo. Eran días de esparcimiento y diversión en los que el compartir una copa de vino constituía el mejor ritual para sellar una amistad de por vida.